El viernes antepasado el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una denuncia muy grave que, de no llevar el asunto hasta sus últimas consecuencias, su gobierno pasará a la historia como cómplice de grupos empresariales que provocaron la muerte de muchas personas de bajos recursos económicos…
Así denunció esta masacre social que a los medios les pasa de noche: “Se va a firmar un acuerdo para la adquisición de medicamentos, de equipos médicos, vacunas, con la UNOPS, que es una institución de la ONU… Esto significa que vamos a obtener todas las medicinas en los países del mundo, medicinas de buena calidad, a bajos precios y sin corrupción… Vamos a resolver el problema de fondo del abasto de medicamentos, porque siempre han faltado los medicamentos; se ha llegado al extremo de distribuir medicamentos adulterados, que han causado hasta la muerte de personas y hay pruebas de que ha imperado la corrupción en todo lo que tiene que ver con la compra de los medicamentos; a esos extremos se ha llegado, se roban hasta el dinero de las medicinas”… Palabras textuales con las que López Obrador acusó a los involucrados en lo que se puede interpretar, si se analizan con profundidad, en el sistema del reparto y financiamiento de medicinas que funcionó en los gobiernos anteriores… Léase bien lo que dijo el inquilino de Palacio Nacional en su mañanera de ese día: “Se ha llegado al extremo de distribuir medicamentos adulterados, que han causado hasta la muerte de personas y hay pruebas”… ¿No es una denuncia de masacre social?... Pues actúe, señor presidente, pues si es cierto los criminales tienen que pagar por las muertes que provocaron, porque de dejar pasar el brutal fenómeno, pasará a la historia como cómplice al tener las pruebas de esas muertes … Que quede para la reflexión…