Una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador soltó expresiones que acostumbra en sus mañaneras para regañar a sus operadores parlamentarios Mario Delgado Carrillo y Ricardo Monreal Ávila, comandantes de esta 64 Legislatura que está a punto de pasar a la historia como el principal eslabón del rotundo fracaso de la 4-T…
Como es lógico establecer, una transformación social a la que tanto se refiere el inquilino de Palacio Nacional es entendida por el pueblo que tendrá mejores niveles de bienestar con tres componentes fundamentales… Uno: trabajo bien remunerado; dos: facilidad de acceder a una vivienda propia y diga; y tres: un sistema de salud con todos los niveles de atención de enfermedades propias de niños, mujeres y adultos mayores… Y para lograr esa transformación social se requiere de dinero, no hay de otra, y eso es precisamente el reto que tiene quien llega al poder con esa bandera de transformar la pobreza en bienestar… De ahí que durante su mañanera de este miércoles, López Obrador se haya enfadado cuando alguien le preguntó su opinión de los cinco fideicomisos que aprobarán los legisladores para que desparezcan… “No son cinco, son 44 o ninguno”, palabras que mandó a sus morenistas parlamentarios que otra vez le están fallando, pues López Obrador necesita toneladas de dinero para repartir al pueblo de abajo y ya no sabe de dónde sacarlo… En el fondo, esa es la auténtica e inviable transformación que construye el histórico personaje que momentáneamente vive en Palacio Nacional… Que quede para la reflexión…