*Solo dos partidos figuran para el 2021
*Los demás son utilizados como chatarra
Un PRI echado a los brazos del presidente Andrés Manuel López Obrador, más por miedo que por simpatías políticas o coincidencias ideológicas.
Un PRD disminuido en casi todo el país y solo con alguna presencia en la Ciudad de México.
Un grupo de partidos chatarra, PVEM, PT y PES que ofrecen mínima cantidad de votos, pero que también cuentan y los venden caro a quien los acepta como aliados, como fue con los priístas y panistas.
Un partido de reciente creación llamado Morena, pero convertido en indiscutible trabuco mayoritario en la arena electoral y solo alimentado por la estrategia protagónica de su constructor, el actual inquilino de Palacio Nacional.
Un Movimiento Ciudadano que solo figura en algunas entidades, Jalisco principalmente, donde gobierna.
Y un PAN que todavía se levanta como la segunda fuerza política de México, integran el paquete de organizaciones que participarán en el proceso electoral del 6 de junio del año próximo, 2021.
Esas elecciones serán las intermedias más importantes de la historia, porque los electores podrán asistir a las urnas para elegir a 500 diputados federales, 15 gobernaturas y miles de cargos más como presidencias municipales y diputados locales.
Como se ve, la vitrina de participantes es pobre y el paquete de posiciones a disputarse muy, pero muy rico, porque la disputa se limitará realmente entre dos partidos, Morena y el PAN, y como todo mundo sabe, mientras el primero se la pasa pescando a todo tipo de militantes, procedan de donde procedan, incluida la cárcel, el segundo está limpiando la casa de políticos desprestigiados, algunos de los cuales pueden parar en la cárcel.
Así las cosas, queda claro que los panistas intentan fortalecer su posición y de ahí que el presidente Andrés Manuel López Obrador se empeñe en utilizar sus mañaneras para seguir atizando a sus antecesores, porque sabe que sólo así puede ayudar a su partido, pues también todo mundo sabe que el morenismo no es nada, o casi nada, sin el liderazgo y las arengas cotidianas que rutinariamente salen de Palacio Nacional.
¿Alguien puede refutar esto?
Los estados en los que se renovarán gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos son Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
Hay mucho que contar de lo que está ocurriendo en cada una de esas entidades y si por el momento están saliendo escándalos como el reciente contra los panistas con el señor de las maletas llenándolas con millones de pesos, que a muchos hizo recodar al tristemente señor de las ligas René Bejarano Martínez, cuando era secretario particular del entonces jefe de gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador, el electorado nacional sabe que saldrán más escándalos a la palestra de uno y otro bando para salpicar desprestigios políticos.
Y cabe aquí la pregunta: ¿Qué sería de Morena si López Obrador suspende sus mañaneras desde enero del 2021, o por lo menos se abstiene de arengar contra el pasado y elimina las frases de corrupción e impunidad con que alimenta el odio social contra los gobernantes que salen de la política?
De darse el caso, remota, pero muy remotamente, ¿los candidatos de Morena podrían avanzar con el liderazgo que les inyecta el presidente con sus discursos de todos los días?
Ta vez por ello entre algunos estrategas panistas ya se estructura la posibilidad de que los actuales nueve gobernadores de su partido salgan a partir de enero a protagonizar también mañaneras en sus respectivas entidades, para reseñar la trayectoria del inquilino de Palacio Nacional, como aquellos desdenes contra las instituciones, sus desencuentros con Cuauhtémoc Cárdenas y demás episodios que ha protagonizado desde que nació políticamente en el PRI, partido que tanto adoró y hasta su himno le compuso.
Recuérdese que la política es de estrategias y quien mejor las construye, mejores resultados alcanza.