*Migrar es renacer o morir
Migrar es una segunda oportunidad en la vida… Eso se dice.
Viajar más de dos o tres mil kilómetros para llegar a la frontera con los Estados Unidos, es un sueño.
A veces se logra y a veces es muy complicado conseguirlo.
En la migración hay un instinto: salir del país por la pobreza; salir del país por la represión; salir del país porque las cosas son inaguantables.
Por ello, si se desea frenar la migración se deben atacar sus causas: la pobreza, el desempleo, la inseguridad… Pero eso no es sencillo.
¿Hay seguridad para migrar? ¡Ninguna!... Todo está prohibido.
Las políticas públicas son endebles. No hay instituciones que garanticen el viaje de los migrantes.
¿Qué se hace? Cada familia migrante decide su ruta. Con todos los riesgos y los costos que eso impone. Al final de la jornada “el futuro será siempre mejor que el pasado”, piensan.
Hay éxitos y hay fracasos… Pero el desastre es la constante.
El accidente de camión que se partió en dos el 9 de diciembre, cerca de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, dejó un saldo de 55 muertos y 107 heridos.
Se trató de una maniobra irregular. Fuera de todas las reglas. Dentro de un Estado (el mexicano) sin mecanismos de control. Lleno de inseguridad. Que nos da una idea del descontrol en el que operan las mafias dedicadas al tráfico de migrantes en el país.
Todo se reduce a una sola variable: migración y muerte.
¿Cuánto costaba ese viaje? Trece mil dólares (según los sobrevivientes). Con un solo objetivo: llegar a la frontera con los Estados Unidos.
El problema es viejo. Tiene mucho tiempo. Los mexicanos han huido del país desde hace muchas décadas. La diferencia es que hoy, ese espíritu migratorio, se expandió y hoy llegan muchas más personas de Centro y Sud América.
Tras la tragedia en Chiapas, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo: “Ante la tragedia y el dolor, actuaremos con determinación”, (Reforma, 10/XII/2021) y anunció un “grupo de alto nivel” para atacar la red de narcotraficantes para investigar los hechos.
Con eso no terminará el fenómeno.
Pidió una inversión, al gobierno de Estados Unidos, para enfrentar este asunto.
Está bien, pero: ¿No era eso lo que ya pensaba desde 2019? ¿No era una de sus estrategias de trabajo? ¿Qué sucedió?
Recordemos la historia.
CCC EN CENTROAMÉRICA
En julio de 2019, por petición de Marcelo Ebrard y manejada entonces por Enrique Márquez, ex director de Diplomacia Cultural en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), iniciamos el proyecto: “Artes y Juventud en Centroamérica”.
La idea entonces era dar respuesta al gobierno de Donald Trump para frenar las oleadas de migrantes que atravesaban México para llegar a los EE.UU. e iniciar un proceso en tres países de Centroamérica: Guatemala, El Salvador y Honduras.
No sólo era reconocer su cultura… Había problemas más graves.
Por ejemplo, en Guatemala: El presidente entonces recién electo Giammattei, era ex-director del Sistema Penal. Durante este cargo, encabezó la Operación Pavo Real, un operativo que derivó en la matanza de muchos presos.
Tenía una posición contraria al aborto y el matrimonio homosexual y en favor de la pena de muerte y el uso militar en la seguridad ciudadana… Era considerado un conservador y de derecha.
En Honduras se vivía una crisis política, provocada por la reelección inconstitucional de Juan Orlando Hernández, quien tomó posesión en medio de la convulsión social y las denuncias de fraude electoral.
Honduras es el país más desigual y violento del continente. Su receta para acabar con la violencia es “mano dura” y su estrategia para generar empleos se centra en el polémico esquema de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (espacios donde la ley se le cede a las empresas).
En el 2015 se dio el primer estallido de indignación de la población, gracias a la divulgación del desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). En esas denuncias se mostraron pruebas de dinero que salió de esa entidad para financiar la primera campaña de Hernández hacia la presidencia.
La situación de violencia contra la población LGTBI se agravó desde el año 2009. Entre 1994 y 2008 fueron registrados 235 asesinatos de personas LGBTI, de los cuales sólo 48 pasaron a disposición judicial, pero a partir del 2009 hasta el 2018, 292 personas de esta población fueron asesinadas con 92 mujeres “trans”.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele, muy joven y que juega mucho en redes sociales (al estilo de Trump), le apostó al marketing digital y se dirigió a los millennials.
Él le ganó al FMLN (el partido de izquierda que tomó el poder tras la paz), prometiendo una política diferente, capitalizando el descontento con los partidos conservador y de izquierda.
Los mayores problemas de El Salvador son el desempleo, la pobreza y la violencia.
En 2018, El Salvador era el país más violento del mundo con base en su tasa de homicidios y muertes violentas.
¿Y en ese contexto la SRE quería fundar un CCC (Centro Cultural Centroamericano)?
EL ENTORNO JUVENIL
En los tres países, hay un estigma muy claro en contra de la juventud.
Se detiene de manera injustificada a todos los jóvenes.
“Ser joven” es casi un delito en estos países.
No existen espacios seguros para la juventud.
Además, los estereotipos para los jóvenes y el factor económico hacen más difícil el proceso para apoyar a los artistas en esos contextos políticos.
Ahí debió llegar Circo Volador. Pero, medio año después, se canceló el proyecto.
Hoy el problema sigue… Y seguirá.
¿Dónde están los verdaderos puntos de Participación Social que existen?... NPI.
Hay muchos puntos de encuentro. Pero primero hay que descubrir las redes de traficantes de personas… Ese es el reto.
Los “Grupos de Acción Inmediata” de los gobiernos no servirán para nada.
Se necesita de una acción colectiva, independiente, como lo haríamos nosotros.
Pero eso es complicado con la 4T.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Si le fascina la oposición vote por Va por México… En el PRI, PAN y PRD el pasado vive… Tomaremos dos semanas de descanso… ¡Felices Fiestas!
¡Vientos huracanados!, si no me piden casarme en Guatemala nos veremos por acá el próximo sábado...
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