Las mujeres indígenas en México ha sido objeto de doble marginación y discriminación de manera sistemática e histórica, lo que se ha profundizado más tras la pandemia de Covid-19; sin embargo, han impulsado estrategias en sus comunidades para sobrevivir durante la contingencia.

Este sector también vive en medio de la violencia; la restricción al ejercicio de sus derechos políticos, económicos y sociales; el acceso servicios básicos y a la justicia; lo que impide su desarrollo pleno.

Ante una crisis económica y de salud, en nuestro país y en el mundo, las mujeres indígenas han impulsado estrategias en sus comunidades para hacer frente a la pandemia, se han adaptado y son ejemplo de la resiliencia que caracteriza a los pueblos originarios.

Y aunque hay retos por superar, la mujer indígena como portadora de su herencia, conocimiento y experiencia, ha demostrado que puede brillar en distintos campos como la academia, la investigación, el medioambiente, la cultura y el activismo social.