*Preguntas sin respuestas sobre seguridad pública

Durante la comparecencia de la secretaria de Seguridad Pública federal, Rosa Icela Rodríguez, exigimos un pacto por la corresponsabilidad en un país donde corren ríos de sangre todos los días.

Este llamado de emergencia y auxilio, mientras nosotros estamos aquí bajo un techo en aparente resguardo, es colectivo, es de una sociedad lastimada y es dolor, y ante ese dolor no nos queda más que reconstruir, por eso hay cinco puntos importantes para nuestro grupo parlamentario que desde nuestras iniciativas y propuestas queremos recalcar, porque hace falta y hay ausencias evidentes:

  • Primero, que no encontramos una estrategia integral para la atención de las violencias contra las mujeres, en lo que va del sexenio se han registrado más de 8 mil feminicidios por año, un promedio de entre 10 y 11 mujeres asesinadas al día, que por supuesto le hacen falta a cada familia.
  • Segundo, en cuanto a los derechos humanos consideramos que el presidente miente cuando dice que se acabaron las torturas represiones y violaciones a los derechos humanos. El Sistema Nacional de alerta de violación a los derechos humanos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ha recibido en un año más de 359 quejas en contra de la Sedena, por supuestas violaciones a derechos humanos, mientras que la Guardia Nacional acumuló 451 quejas.
  • Tercero, también pensamos en la recuperación y dignificación de las cárceles, actualmente en México por decir un dato, hay 523 niñas y niños viviendo en las cárceles con sus madres, estamos proponiendo garantizar Constitucionalmente el derecho a la reinserción.
  • Cuarto, hablemos de la Guardia Nacional, de sus usos y de sus abusos, porque no se puede tapar el sol con un dedo y no solamente de la militarización a la que apuestan por este país, sino del militarismo, de lo que no es política sino también es estética y que hoy vemos a los militares en todas las instituciones. Deberíamos de cuestionarnos esto con frecuencia, en un país en donde además tenemos una lamentable historia y tradición de tener estos abusos de la fuerza pública y violaciones a los derechos humanos.
  • Quinto, las desapariciones forzadas, la búsqueda e identificación de las personas desaparecidas, porque no son cifra, tienen nombre y porque no es algo del pasado, hoy todavía hay familias que buscan y que encuentran, porque además son las madres buscadoras las que se dan a la tarea, que debería de ser de las instituciones y sin embargo ellas salen a buscar a sus propios hijos e hijas.

Cierro con algunas frases que nacen de esta sociedad adolorida, del saber exactamente, ¿qué estamos haciendo?

Acabo de escuchar una receta de cifras, pero eso no es suficiente cuando hoy hay pueblos tomados por el narcotráfico, pero también militares que están en las calles expuestos y por supuesto, insisto, estos gritos de auxilio de emergencia, de los colectivos feministas que dicen que si no luchamos juntas nos matan por separado, porque en este país te matan por ser mujer.

De un gran periodista como Enrique Osorno, quien dice que el crimen organizado en México es que se origina, sostiene y nutre desde las estructuras del Estado, en particular de aquellas que teóricamente existen para combatir, y precisamente a la delincuencia.

De Ana María Salazar que menciona que el problema es que no hay una estrategia clara de seguridad.

¿Cuál es la estrategia?

De Eduardo Guerrero, que aquí se ha insistido mucho, pero esto no es poesía, esto es realidad, no se trata de rimar abrazos con balazos, se trata de tener estrategia eficiencia y dignidad para buscar la paz.

Precisamente en un día en donde el gran cuestionamiento es qué estamos haciendo, todos y todas, porque tampoco es de partidos políticos, porque en esto estamos embarrados cada uno de los que estamos sentados aquí, para el caso, porque además cualquiera de nosotros también podemos ser víctimas, no seamos quienes hoy ostentamos un cargo, los victimarios de este país.