*Desde hace 21 años el INAI está dando la batalla y quieren cerrarlo

La transparencia es parte indispensable de la democracia de México y por ello llamamos a no poner en riesgo a los institutos autónomos que fortalecen la vida pública del país.

Lamentamos que por desacuerdos en el Senado de la República el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) no esté completo y no puede sesionar.

Estoy convencida que lo que pudrió este país es la corrupción y que la transparencia es un mecanismo para combatirla. El problema es que el presidente piensa que el INAI es el responsable de combatir la corrupción y pues no.

El INAI da la información, los ciudadanos investigan, los periodistas investigan. La Auditoría Superior de la Federación audita y son ellos los que deberían presentar las denuncias correspondientes cuando se presuma actos de corrupción.

La transparencia está en peligro porque el gobierno se dio cuenta que no le conviene transparentar la información a los ciudadanos. Gracias a la transparencia hemos descubierto cómo algunos personajes están haciendo negocios en Segalmex. Gracias a la transparencia supimos de la Casa Blanca y gracias a la transparencia supimos de la Estafa Maestra y de Odebrecht. No es un tema para un solo gobierno.

Desde hace 21 años el INAI está dando una batalla para garantizar el derecho de acceso a la información pública y proteger los datos personales de los ciudadanos.

Yo soy una gran aliada del INAI. He sido una senadora que ha cumplido con sus funciones en ambos procesos que nos ha tocado nombrar comisionados. He nombrado tres comisionados. Les puedo decir que nunca he optado por cabildeos de personajes que no cumplen con los requisitos.

A mí, como senadora, me cuesta trabajo acceder a información del Gobierno federal como los contratos públicos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y además el Tren Maya que iba a costar 120 mil millones y hoy está costando cerca de 140 mil millones de pesos.

Por eso, como país estamos yendo a un lugar tremendamente peligroso, donde existe discrecional en el uso de los recursos públicos.