¿AMLO los escuchará?

Desde 1970 y a casi de cumplir medio siglo de esta denuncia social, nadie, y mucho menos la “cuarta transformación”, escucha el peligro que representa un cementerio nuclear que fue creado para operar de manera temporal.

Durante 50 años los pobladores aledaños se desgañitan de gobierno en gobierno y sus gritos son infructuosos.

Ahora, con la complicidad de las autoridades pretenden despojar a campesinos que se oponen a vender sus parcelas para la construcción de viviendas en Temascalapa, Estado de México.

Tampoco parecen escuchar las constantes denuncias de que el centro de almacenamiento de desechos radiactivos de Temascalapa puede ser el origen del cáncer y otras enfermedades que padecen los habitantes de los estados de México e Hidalgo desde 1970.

Santa María Maquixco, Temascalapa, Estado de México, se ubica en el km.18.5 de la carretera Tizayuca–Otumba, a menos de 61 kilómetros de la Ciudad de México y 14 del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles de Santa Lucía, entre las poblaciones de San Juan Bautista Teacalco y Santa María Maquixco.

Se trata de un lugar mejor conocido como cementerio nuclear que al no contar con planta de tratamiento de desechos radiactivos y con un almacén para disposición final de desechos sólidos radiactivos que garantice una contención efectiva durante trescientos años, como lo establece la Norma Oficial Mexicana NOM -022 –NUCL-1996, lo pusieron en Temascalapa, se torna mucho más peligroso.

En1970, la entonces Comisión Nacional de Energía Nuclear adquirió 14.7 hectáreas, según consta en el volumen II, escritura 297, del 18 de junio de 1970 de la Notaría núm. 1 de Otumba, Estado de México y todo sigue igual pese a las denuncias de los ciudadanos que ahora buscan ser escuchado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.