*Otro tremendo gancho al hígado a AMLO
*Y así sigue escribiendo páginas de su gran obra
Este martes el periódico Reforma publicó lo siguiente en sus ocho columnas:
“Urge EU a México hallar a plagiados. Procedían jóvenes de Carolina del Sur y el FBI investiga en Matamoros. Reporta CNN que secuestrados fueron confundidos con narcos haitianos.
“Washington.- El plagio de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza de Matamoros el pasado viernes a pleno mediodía escaló ayer como un serio conflicto de México con el gobierno de Washington, donde la Casa Blanca calificó de inaceptable el hecho y urgió a la presentación de los secuestrados y el castigo a los culpables”.
Y este mismo día, El Universal publicó lo siguiente en forma destacada de su primera plana:
“Estados Unidos aprieta a México por el secuestro de 4 personas. Washington ejerció presión sobre México después del ataque y secuestro que sufrieron el viernes pasado tres hombres y una mujer estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas.
“Agentes del FBI, la DEA y la ATF trabajan para localizar a las víctimas y se ofrece una recompensa de 50 mil dólares. El Ejército, la Marina, la SSCP y la Guardia Nacional también se enfocan en la búsqueda”.
Curiosamente, también este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió información del gobernador morenista de Tamaulipas, Américo Villarreal, quien en plena mañanera le dijo desde aquella entidad, a micrófono abierto, que el asunto estaba resuelto, pero con la lamentable noticia de que dos estadounidenses están muertos, uno herido y el otro rescatado sin lesiones.
¿Y por qué este asunto se considera un gancho al hígado del Reforma y El Universal a don Andrés?
Porque alimentaron el escándalo y se sumaron al revuelo que hicieron los medios informativos del vecino país del norte, cuando en otras ocasiones este tipo de acontecimientos no se le ha dado la misma difusión.
¡Ah!, pero ahora, esto responde a las diarias, y últimamente más agresivas bravatas del mandatario mexicano contra quien le plazca.
De esto hay mucho que contar, porque es historia de un sexenio autollamado 4-T que aquí estamos documentando, porque despertó muchas expectativas sociales, pero que ahora está confundiendo a millones de mexicanos y allende las fronteras.
¿Y por qué está confundiendo?, pues por el agresivo esquema de utilizar los medios informativos del Estado, como son Canal Once, el cadáver Notimex, Canal 22 y otros que supuestamente dirige alguien llamado Genaro Villamil, para insultar, denostar, atacar y hacer como trapos mojados a sus enemigos que llama adversarios, con toda la fuerza que le inyecta vivir en Palacio Nacional, cuando la estrategia para instaurar el régimen de justicia y mejor distribución de la riqueza nacional, como el que tanto cacarea en sus mañaneras, requiere de inteligencia y no de sembrar alzadas que solo agudizan los problemas que heredó del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Y a querer o no, el peligro que ahora se cierne sobre México con esa actitud, es que el mismo esquema de bravatas paulatinamente las está extendiendo hacia los organismos internacionales y gobiernos que arrastra en sus odios, léase Estados Unidos, Perú y otros, cuando también la estrategia requiere de inteligencia para detener los males que atribuye a los enemigos que busca vencer.
Ejemplos de todo esto hay muchos y están documentados. Solo es cuestión de reflexionar que ya son poco más de cuatro años de este escenario, capitulado en la historia que se está escribiendo con eso que se ha titulado la 4-T, y con toda claridad se vislumbra que, efectivamente, será un sexenio perdido, por todo lo que le suma a este gobierno el infortunio de la peste mundial que le tocó enfrentar, como lo fue la pandemia.
A López Obrador le quedan escasos 18 meses de permanecer en la silla presidencial, porque el primero de septiembre del año entrante, 2024, deberá entregar la estafeta nacional a quien gane las elecciones presidenciales, y como no hay poder humano que lo convenza de cambiar el rumbo, téngase la seguridad de que así seguirá escribiendo su historia desde las mañaneras.
Son, pues, jornadas diarias de arrebatos que seguiremos documentando para plasmar los episodios de esta obra sexenal.