*Se acerca el ocaso y se podrían estar enviando mensajes subliminales
Más vale que la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo asimile, desde el momento en que reciba la corona del gobierno mexicano, en toda la dimensión las siguientes palabras que pronunció el jueves antepasado el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador…
“Es excepcional la presidenta electa, que va a convertirse en presidenta constitucional en dos meses; es una garantía para la continuidad de la transformación en México.
“Las cosas no sólo van a seguir igual, sino, según mi proyección, mi estimación, mi cálculo, van a mejorar para todos los mexicanos. Hay condiciones inmejorables para que México continúe creciendo y sobre todo que cada vez haya más bienestar en nuestro pueblo, para tener una sociedad mejor, estoy seguro de eso.
“No veo nada que pueda impedir el avance, el crecimiento, el progreso con justicia. Que se siga llevando a cabo la modernidad de México desde abajo, para todos. Y me voy muy tranquilo”.
Son palabras textuales que pronunció don Andrés desde su mañanera, pero vale la pena hacer un alto para asimilar la auténtica dimensión que pudiera estar ocultando lo que contiene esta última frase: “no veo nada que pueda impedir el avance, el crecimiento, el progreso con justicia”.
¿Será que asoma el siguiente mensaje a la sucesora que impuso?
Yo dejo todo para que se siga conduciendo al país por esa ruta, pero si no se logra, solo será por tu culpa.
Recuérdense aquellas palabras del expresidente priista Miguel de la Madrid Hurtado: “la nación no se me deshará en las manos”, al recibir la banda presidencial de su antecesor, también priista, José López Portillo y Pacheco, y fue el sexenio que hasta la fecha tiene la etiqueta de menos crecimiento.
De ahí que doña Claudia se ponga las pilas y no permita que se le estén enviando frases con mensajes que puedan estar ocultando advertencias destinadas a ser desempolvadas si son necesarias, pues la política es de estrategias y quien mejor las construye son los avezados políticos que asimilan, en toda su dimensión, los vericuetos de los antes y después de poder que se ostentó y que deben entregar terminado el momomento.
Que conste, queda la advertencia que también desempolvaremos si ocurren escenarios lamentables, como lo hicimos cuando don Miguel tomó posición del débil cargo que heredó y así lo registra la historia sexenal del país.