*Desaparecen Caravanas y Migrantes

No cabe duda que efectivamente: “Cómo México… No hay dos”. Y tal vez por eso contemos con “Pueblos Mágicos” como parte de nuestros atractivos turísticos e incluso varios antropólogos no dudaron en calificar al país como “México Mágico”.

Y al referirme al aspecto mágico, no aludo a brujos o chamanes-que también los hay-, sino a los múltiples fenómenos y manifestaciones que a veces a fuerza de ilógicas, desordenadas y en muchas ocasiones inexplicables es que permiten calificar como mágico parte del proceder en el país. Y en el caso de las caravanas multitudinarias de migrantes centroamericanos, caribeños y africanos que recién aparecieron junto con la llegada al poder de Donald Trump, han seguido surgiendo cual si se tratara de migraciones estacionales.

 La primera de ellas inició el 19 de octubre de 2018, cuando cerca de 7 mil migrantes centroamericanos intentaron cruzar el puente entre Guatemala y México, buscando seguridad en el norte, la mayoría de sus integrantes eran procedentes de Guatemala y Honduras. Donald Trump dijo que entre aquella masa humana había “delincuentes peligrosos” y presionó al Gobierno mexicano para que detuviera la “invasión”. Trump también amenazó con cortar la ayuda humanitaria a los países centroamericanos. Y anunció que iba a enviar más de 5.000 soldados a la frontera con México.

El viernes 26 de octubre fue emitido un comunicado por parte de Enrique Peña Nieto, informando sobre el plan “Estás en tu casa” para brindar trabajo temporal, educación y asistencia médica a los migrantes, con la condición que iniciaran un trámite de refugio y se mantuvieran en los Estados de Oaxaca y Chiapas. Al día siguiente la caravana migrante ya se encontraba partiendo de Arriaga (Chiapas). Pero lo impresionante de este asunto fue que entre octubre y noviembre de ese año hubo 4 caravanas más y se fueron repartiendo por el territorio y dividiéndose en grupos menos visibles.

Para principios de enero de 2019 ya en pleno inicio de la 4T, habían ingresado al país dos caravanas con 2,500 integrantes más, y al igual que en el régimen neoliberal saliente; las acciones por parte de las autoridades migratorias, estatales y federales continuaron siendo las mismas; tratar de impedir el ingreso (a la fuerza o bajo amenazas) de las multitudes, hacer censos, instalar puestos de salud con 5 o 10 médicos y unas cuantas enfermeras para atender a miles, un despliegue de miles de efectivos del Ejército, policías y gendarmes de todo tipo y aprovechar para deportar en autobuses a los más revoltosos o aquellos sospechosos de contar con antecedentes penales u órdenes de captura vigentes.

Usted recordará que la reacción de Donald Trump fue tronante. “O detienen esa invasión” o las consecuencias serán terribles para México. Y “mágicamente”-insisto-, la actitud y las expresiones del gobierno mexicano cambiaron radicalmente de una tolerancia expresa, se pasó a una política no sólo de contención, sino de abierto rechazo al tránsito de las caravanas para impedir una llegada a la frontera con Estados Unidos.

Cabe recordar que Trump no es el primer presidente de EE.UU., que envía tropas a la frontera con México. Barack Obama envió a unos 1.200 soldados de la Guardia Nacional durante su gobierno, mientras que George W. Bush desplegó alrededor de 6.000 soldados para ayudar a la Patrulla Fronteriza en lo que se llamó la Operación Jump Start. Ambos despliegues duraron alrededor de un año.

También como le comenté la semana pasada “ante el Pentágono el general Glen “VanHerk, detalló que el “narcotráfico, migración, tráfico humano, todos son síntomas de las organizaciones criminales trasnacionales que operan con frecuencia en zonas sin gobierno: 30-35% de México, y eso es lo que está creando algunas de las cosas que enfrentamos en la frontera”.

Y todavía en su calidad de secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en su faceta de investigadora e inspectora del crimen “descubrió”-mágicamente- a los “culpables” de ese terrible mal: “identificó a la agrupación internacional Pueblos sin Fronteras, como el grupo que organiza las caravanas de migrantes centroamericanos que cruzan el territorio mexicano para intentar llegar a la frontera sur de los Estados Unidos. “Tenemos identificados a los líderes de organizaciones no gubernamentales que están reclutando estas caravanas, concretamente hay algunos de Pueblos sin Fronteras”, dijo Sánchez Cordero al participar en un foro organizado por Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés) con sede en la capital estadounidense”**.

Pero a pesar de la encomiable labor que realizó doña Olga, (al descubrir a los responsables de las caravanas) nada pasó… Nada.  Y ahora solo es observadora de este fenómeno en el Senado, pero las cosas siguen iguales o peores, tan es así que en su primera visita a la Casa Blanca con Joe Biden como presidente, Amlo se limitó a agradecer el respeto con que el nuevo mandatario ha tratado a México al no considerarlo el “patio trasero” o tratarlo como colonia. Y por supuesto a sugerirle que se ponga en marcha Sembrando Vida para contener la migración.

Y a pesar de todos los pesares este mismo mes se nos arrancó otra caravana con más de tres mil integrantes y después de caminar kilómetros y kilómetros sin que las autoridades sirvan para mayor beneficio, siguen apareciendo en distintos lugares del país los grupos de migrantes que continúan su marcha hacia las fronteras del norte unos, hacia la Ciudad de México otros y a otros destinos muchos más.

Sin embargo, las autoridades del Instituto Nacional de Migración anunciaron este domingo 28 de noviembre, que: “Dos caravanas de migrantes, de las tres que partieron hace dos días de la ciudad de Tapachula, se desintegraron este domingo luego de que los migrantes, en su mayoría haitianos, se entregara a las autoridades mexicanas.

Previamente, la tercera caravana tomó la misma decisión el sábado cuando aceptaron un acuerdo con los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de esta forma se puso fin a las tres caravanas que salieron el pasado 26 de noviembre desde Tapachula”.

Después de esta barbaridad de datos y detalles, uno supondría que efectivamente hay metodologías y procedimientos serios que nos permitan saber qué es lo que realmente están haciendo nuestras autoridades migratorias, pero como este es el país de los otros datos, obviamente no coinciden con lo que informan los norteamericanos.

Según cifras del de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) "encontró" más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre. Mientras que México ha detectado más de 190.000 inmigrantes indocumentados de enero a septiembre, cerca del triple que en 2020, además de haber deportado a casi 74.300, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país***.

Y si eso no es magia. Entonces tiene un nombre mucho más feo que no quiero decir.

*https://www.eluniversal.com.mx/mundo/crimen-organizado-controla-hasta-35-del-territorio-mexicano-dice-general-de-eu

**http://www.cusur.udg.mx/es/sites/default/files/adjuntos/rubi_guadalupe_diaz_diaz.pdf

***https://www.cronica.com.mx/nacional/dos-caravanas-migrantes-finalizan-entregarse-autoridades-mexicanas.html

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