*El frenesí de los autoritarios

Mucho es lo que se ha estudiado, escrito y reflexionado sobre las enormes similitudes que tienen los populistas, los dictadores civiles y militares, incluso los gobiernos teocráticos comparten el autoritarismo como regla básica, aunque ignoren a los sabios de su época. Los líderes se sienten indispensables para la marcha de sus naciones.

Otra característica fundamental consiste en apelar a las emociones más básicas y primarias de los seres humanos, empezando por el miedo y finalizando con la eterna promesa de un país excepcional, próspero, lleno de abundancia y felicidad aunque por los siglos nunca se haya podido cumplir.

Los odios y la crueldad que caracterizaron a los romanos frente a los cristianos palideció cuando los cristianos fueron reconocidos como la religión oficial del Imperio. La revancha fue salvaje, sanguinaria y despiadada con la bendición de los obispos triunfantes, aunque el mensaje de Cristo fue enfático en el amor al prójimo, su grey muy poco caso le hizo a las enseñanzas del profeta.

Los Estados Unidos fueron fundados con motivos eminentemente religiosos, huyendo de la decadencia y de las costumbres impías y pecaminosas de la Europa del Siglo XVIII. Pero los norteamericanos olvidaron sus ideas místicas y religiosas muy pronto y no fueron la excepción en su avaricia; desde su fundación en 1776, sólo mantuvieron la calma durante 22 años, ya que en 1798-1800 sostuvieron una Guerra naval no declarada con Francia en que se invadió la Ciudad de Puerto Plata, en República Dominicana y la captura del barco francés*.

Desde el inicio del Siglo XIX hasta el XXI, no han dejado de participar, financiar, iniciar, provocar, auxiliar o inmiscuirse en conflictos mundiales en todo el planeta incluidas la Guerras Mundiales.

Desde 1945 los Estados Unidos y la URSS se acostumbraron a tener el mundo dividido entre dos potencias y pelearse cotidianamente, hasta que en los 80 Ronald Reagan, radicalizó su estrategia bélica y económica para recordarle a sus paisanos que ellos eran los grandes triunfadores y exigió a los soviéticos tirar el Muro de Berlín.

 Antes los árabes habían parado al mundo de cabeza por la guerra del petróleo e iniciado la guerra energética que ahora vivimos.

 Pero desde Bush padre que invadió Irak junto con los europeos, Clinton, Bush Jr. (que se metió a Afganistán en relevo de los rusos) y Obama modificaron el discurso yanqui por uno de respeto a los derechos humanos, la ecología, las nuevas energías y una economía mundial basada en la cooperación.

Donald Trump bajo su lema “Hagamos Grande a América Otra Vez”, (recuperemos nuestra grandeza de la Segunda Guerra Mundial y seamos los dueños del mundo como siempre), no dudó en mandar a volar el Acuerdo de París (el respeto a la ecología y al medio ambiente) reutilizar el carbón, reiniciar a carrera armamentista, fortalecer el armamentismo mundial y recuperar para Norte-América las grandes inversiones olvidándose de la cooperación y posible armonía mundial, aspecto que a muchos americanos no sólo les fascina; les subyuga aunque tengan que pisotear a quien sea.

Sin embargo los yanquis desde la Guerra de Secesión (1861-1865), tienen pendiente la integración de su población negra que actualmente es el 12.5%  y con los hispanos que son el 18.7%, frente a casi un 60% de blancos. Y como todos sabemos la convivencia entre razas en ese país dista mucho de ser armónica o estable y recientemente con el movimiento Black Lives Matter, el auge del movimiento LGBTQ, el aumento de la violencia, el irrefrenable consumo de drogas y su cuota en millares de vidas, sólo denota los dramáticos e irresolubles problemas que viven en ese país.

Mientras Joe Biden insiste al igual que los otros presidentes en considerar a Estados Unidos como la nación elegida por Dios para preservar las libertades, el mejor ejemplo es su frase: “estamos en una batalla por el alma de Estados Unidos, y aún lo estamos”. “La pregunta que enfrentamos es si en los años por venir tendremos más libertad o menos libertad. Más derechos o menos”. **

Y la palabra mágica que les permite a los yanquis meterse en lo que sea: “Libertad. La libertad personal es fundamental para quiénes somos como estadounidenses. No hay nada más importante. Nada más sagrado”.

Biden al frente de la Casa Blanca, dedicó sus dos primeros años como presidente a combatir la pandemia del coronavirus, aprobar grandes leyes como un paquete multimillonario de infraestructura con apoyo de los dos partidos, y una iniciativa para impulsar la manufactura de alta tecnología y medidas climáticas.  Vetar las armas de asalto o similares, reducir el coste de los medicamentos con receta o establecer un derecho nacional al aborto después de que la Corte Suprema lo revocara el año pasado. Reestableció las alianzas con otros países, apoyando a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa y regresó a Estados Unidos al Acuerdo Climático de París. Pero el apoyo a Ucrania entre los estadounidenses ha disminuido en meses recientes, y algunos votantes cuestionan el envío de miles de millones de dólares en asistencia económica y militar a Kiev**.

Y para confirmar lo dicho párrafos atrás, el señor Trump al anunciar su campaña de reelección no dudó en señalar: “"Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial, en caso de que alguien no lo sepa. Como presidente, volveremos a tener paz a través de la fuerza".***

En sus discursos el exmandatario pintó una imagen sombría de Estados Unidos bajo Biden y prometió revertir la inflación, asegurar la frontera de Estados Unidos con México y fortalecer la posición del país como potencia mundial***. Trump ha presumido hasta el hartazgo las presiones a las que supuestamente sometió al presidente mexicano López Obrador para que aceptara el polémico programa "Quédate en México", creado en 2019 y que obligaba a migrantes y refugiados a permanecer en México mientras se resolvían sus peticiones de asilo.

Calificó la retirada estadounidense de Biden en Afganistán como "el día más bajo en la historia de nuestro país" y afirmó que si él fuera presidente, se negociaría "un acuerdo de paz en 24 horas" para poner fin a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Vicente Fox también dijo que el problema de Chiapas lo resolvería en el mismo tiempo. ¡Vaya coincidencia!

Trump prometió que le quitará los fondos federales a las escuelas que no concuerden con sus puntos de vista sobre la educación y permitirá que los padres elijan directamente a los directores de las escuelas públicas. Y para rematar con broche de oro enfatizó: "Estoy más enojado ahora y más comprometido que nunca".

Pero en fin no podemos olvidar que en campaña se dicen muchas cosas y que el presidente Joe Biden tiene 80 años cumplidos y el señor Trump tiene 34 cargos criminales por delitos graves de falsificación de registros corporativos y otros más por conspirar en el ataque al Capitolio y haber pretendido alterar el resultado de las elecciones en 2020.

Faltan 19 meses para las elecciones en Estados Unidos, ojalá y les entre la luz por algún lado a la hora de elegir.

*Martín Moreno Francisco. “Las Cicatrices del Viento” El Imperio de la United Fruit” Editorial Grijalbo, México. 1997

**https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2023-04-25/biden-anuncia-su-campana-

***https://www.telemundo.com/noticias/noticiastelemundo/politica/trump-arranca-su-campana