El título de esta colaboración refleja claramente las tremendas condiciones y problemas que el mundo ha vivido durante los últimos 8 lustros desde mediados de 2008, cuando inició la llamada “Crisis Ninja” (No income, no Jobs, no assets); lo que traducido significa sin ingresos, sin empleo fijo y sin propiedades, lo que desquició al sistema bancario norteamericano con repercusiones en todo el mundo.

Pero la crisis ninja sólo fue el primer eslabón de la cadena, desde el siglo pasado hemos padecido crisis de todos colores y sabores. Para empezar el nuevo milenio comenzó el Y2K (año 2000), en que se tuvieron que desechar, reacondicionar, modificar o comprar millones de equipos de cómputo ante su posible falla, con la consecuente derrama de miles de millones de dólares no presupuestados y que obligó a empresas y gobiernos a enfocarse de manera importante en sus equipos cibernéticos y de comunicaciones.

Poco después, en 2001 surgió el denominado “Efecto Tango”  por “la posible declaración de Argentina –sobre- su incapacidad para cumplir con los pagos por servicio de la deuda y el contagio de su situación a los demás países latinoamericanos, tal como sucediera en Agosto de 1982 con la situación mexicana al declarar la moratoria en la cancelación de los servicios de la deuda por 10.000 millones de dólares, lo que marcó el inicio de la crisis de la deuda que se conoce para América Latina como la “década perdida”*. Las repercusiones del “Tango” fueron brutales para las bolsas de  Argentina, México, Chile, Brasil y Venezuela*.

Para 2010 llegó la “Crisis de la Industria Automotriz”  tanto en Estados Unidos como aquí y las perspectivas para 2023 no parecen mejorar ante la caída en la producción de semiconductores, chips y otros insumos indispensables para el sector.

Para no hacer aquí un rosario de desgracias, me limitaré a informar las conclusiones a las que llegó El Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México (CFCEM)  hace apenas 6 meses y textualmente determinó: “la economía nacional ha vivido seis recesiones económicas en los últimos 40 años, periodo en el que tuvo como gobernantes a políticos emanados del PRI, PAN y Morena”**.

Cabe aclarar el CFCEM es un cuerpo técnico colegiado de carácter independiente que opera bajo los auspicios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Según lo expresado por ese cuerpo técnico “las recesiones económicas se dieron en los sexenios de los priistas José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado y Ernesto Zedillo, de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, así como con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador”**.

“La crisis económica durante el gobierno de José López Portillo duró 19 meses; la de  Miguel de la Madrid Hurtado tuvo 15 meses de recesión económica, el mandato de Felipe Calderón registró 11 meses con crisis económica y el sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha tenido 12 meses con caídas del producto interno bruto (PIB)**.

Dos datos que vale la pena destacar son que “el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, no registró problemas económicos, pero a unos cuantos días de que terminara su mandato se desató una crisis financiera de origen local causada por falta de reservas internacionales, devaluación de la moneda local y el fortalecimiento de una moneda extranjera”**.

En el caso de Enrique Peña Nieto, “logró sortear una crisis económica y la economía mexicana mostró siempre crecimiento del PIB **.

Con lo anterior tenemos un panorama bastante preciso y concreto de lo sucedido en este país en los últimos 40 años.  Pero como señalamos, las crisis no solo siguen acompañándonos, sino que ahora se enciman una con otra, muestra de ello lo encontramos en el anunciado regreso de la pandemia del Covid-19 y la invasión rusa en Ucrania cuyo “impacto de guerra contribuirá a recortar los pronósticos de 143 economías este año, que representan 86% del PIB mundial”***; el descontrol de los precios y suministros de fertilizantes, energía, alimentos, transportes  han repercutido en las pérdidas de puestos de trabajo y de aprendizaje, que han recaído principalmente en las mujeres y los jóvenes, primordialmente en las economías emergentes y en desarrollo***.

Todavía falta considerar la solución al problema de la pandemia, las medidas para disminuir la inflación, las reformas y medidas económicas para encarar la deuda de los países (el 60% de los países con bajo ingreso que ya han alcanzado o que rozan una situación crítica causada por el sobreendeudamiento—, será necesaria una reestructuración de la deuda. Asimismo, el cambio climático ha demostrado en este invierno la tremenda fuerza con que se puede manifestar y sus efectos en alimentación y migración forzada.

La revolución digital,  que incluye la reorientación laboral para una economía cada vez más digital, la movilización de innovaciones como las monedas digitales de los bancos centrales, y el fortalecimiento del marco regulatorio aplicado a los criptoactivos***.

Como conclusión, puedo decirle que coincido plenamente con lo expresado por la Dra. Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional quien en abril pasado expresó: “En un mundo en el cual una guerra en Europa causa hambre en África, en el cual una pandemia puede propagarse por todo el planeta en cuestión de días y reverberar durante años, y en el cual las emisiones generadas en cualquier parte hacen subir el nivel del mar en todas, es imposible exagerar la amenaza que el colapso de la cooperación mundial encierra para la prosperidad colectiva”***.

Mientras tanto, aquí no quitamos el dedo del renglón y para mayor desgracia nuestra le recordaré que el pasado 23 de diciembre el presidente López Obrador, muy orgulloso anunció a la patria entera, Urbi et Orbi,  que “el 1 de julio de 2023, día en el que celebrará el quinto aniversario de que ganó las elecciones presidenciales, la refinería comenzará a procesar 170 mil barriles diarios de petróleo crudo, mientras para el 15 de septiembre, durante el aniversario de la Independencia de México, se refinará el doble”.

“De esta forma, para el tercer trimestre de 2023, la refinería de Dos Bocas ya estaría operando al 100 por ciento de su capacidad, estimada en 340 mil barriles diarios”.

“En otro tuit, el presidente López Obrador indicó que “en conjunto, equivale a 280 mil barriles diarios solo de gasolina y diesel. Avanzamos hacia la soberanía energética”****.

Ya habrá tiempo de comentar con detenimiento estas cosas.

Por lo pronto, ya de regreso les deseo tengan un venturoso 2023 y un año lleno de éxitos, salud, felicidad e ilusiones. *https://www.gestiopolis.com/crisis-argentina-2001-efecto-tango/

**https://www.forbes.com.mx/determinan-mexico-ha-vivido-6-recesiones-en-40-anos

***https://www.imf.org/es/News/Articles/2022/04/14/sp041422

****https://www.elfinanciero.com.mx/economia/2022/12/23/refineria-de-dos-bocas

 

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