*Los huérfanos de la violencia
La presente administración asegura que la violencia ha disminuido. La necia realidad golpea el rostro y las cifras diarias de los homicidios en nuestro país, lo demuestran.
Todos opinan, muchos critican, los hombres y mujeres en el poder las niegan o minimizan.
Pero con facilidad se pierde de vista una dolorosísima arista: ¿Cuántos huérfanos ha dejado la violencia?
Solamente durante 2024 la cifra de homicidios alcanzó los 43 mil 118 y las desapariciones alrededor de 31 mil.
Si bien podría decirse que un alto porcentaje de estos muertos eran delincuentes, la pregunta sería y qué culpa tienen los niños.
Las cifras nos hablan de miles de hogares enlutados, viudos, viudas, huérfanos abandonados a su suerte. El promedio hoy, de hijos por familia es de dos ¿cuántos de los muertos o desaparecidos eran padres?
Según datos de las ONGs dedicadas a proteger a la niñez, a más de un millón de huérfanos del crimen organizado se le suman 800 mil del covid-19.
Entre la ley laxa y la autoridad omisa, ninguna institución les está ofreciendo protección, apoyo, educación o servicios de salud.
No sabemos dónde viven, qué comen, quién se hizo responsable de ellos, quién los abriga o si sufren de abuso, de violencia familiar.
Claro que si se niegan o minimizan las cifras de los muertos, todos los días, tampoco se reconocerá que hay descendientes víctimas de la omisión del Estado.
Una simple mirada al futuro nos dice que si estos menores viven en violencia, en abandono, serán seres violentos, delincuentes.
Y al enorme sufrimiento humano, se le sumará un altísimo costo económico, que pagaremos todos los mexicanos.