*La globalización del coronavirus nos impactará
Todo indica que el gobierno federal no ha dado al coronavirus la debida importancia, pese a ser una amenaza universal. Se trata de un nuevo problema a nivel mundial. Sus impactos ya empezaron a sentirse.
Por todo el mundo existe una desaceleración de los flujos de intercambio. El cierre de las fronteras. La caída de las Bolsas de Valores. La disminución de los precios del petróleo… Y el cierre de espacios, espectáculos, deportes e instituciones públicas.
En lo local, seguimos en lo mismo: Incertidumbre. Miedo. Bajos niveles de producción. Cierre de espacios públicos y toda una gama de decisiones políticas que no han caído bien entre mucha gente.
No entro en detalle sobre los errores de AMLO y su gabinete. Son muchos y merecen de una reflexión posterior.
El impacto del COVID-19 es mundial. Ahí, los gobiernos con estructuras sanitarias débiles tendrán el golpe mayor. Lo mismo ocurrirá con aquellos que no sean capaces de gestionar adecuadamente la crisis, sin importar su ideología o convicciones políticas.
Las respuestas institucionales cobrarán mayor importancia.
Igual sucederá con los acuerdos para su prevención y su manejo.
Con la pandemia del COVID-19 se cerrarán algunas grietas, pero surgirán otras... Las actitudes miserables no serán toleradas. Saldrá a la luz lo mejor y lo peor de la sociedad.
Habrá numerosos gestos solidarios y otros de abierta exclusión, desnudando nuestras diferencias y nuestros racismos. Es cierto, tenemos muchos otros temas graves que resolver, con nuestras necesidades crónicas.
No es un buen momento para minimizar, ni para entrar en pánico o paranoia. Ha llegado el momento de ser responsables. De cuidarnos entre todas y todos. Y aprovechar, si es posible, las enseñanzas que esta crisis del Coronavirus nos deje.
Se trata de hacer visible todo lo mejor que tengamos y que podamos compartir. Necesitamos de un Estado fuerte, en condiciones de asistir y mantener en pie una salud pública en beneficio de todos. ¿Alguna duda?
Las decisiones, son y serán difíciles, ninguna perfecta. La economía formal temblará, pero resolverá sus problemas de algún modo.
¿Pero qué sucederá con los más pobres? ¿Con aquellos que necesitan salir a diario para ganarse el pan? ¿Cómo se les atenderá? Necesitan centrarse en ellos una buena parte de las estrategias.
Entraremos a jugar un juego de prioridades. De emergencias.
Que habrá que comprender y asumir al estilo de Sir Winston Churchill, cuando ante la guerra expresó: “Sólo les ofrezco, sangre, sudor y lágrimas”.
Además, habrá menos exportaciones. Habrá caídas en la producción, sumadas a la crisis del petróleo… Todo eso generará un escenario muy complicado.
Las acciones inmediatas del gobierno tratarán de ganar tiempo para generar mejores condiciones para el cuidado y la protección social.
Pero, a partir de la precariedad y la restricción, no disponemos de los mismos recursos de otros países. ¿En dónde estamos?
INSTITUCIONES SANITARIAS
La Secretaría de Salud (SSA) informó que para finales del mes de marzo México podría entrar en la Fase 2 de transmisión del coronavirus, lo que implicará la dispersión comunitaria, en la que podrían verse afectados cientos o miles de personas.
En este caso, el 80 por ciento pueden ser casos muy leves. El 14 por ciento graves. Y un seis por ciento muy graves.
Una pandemia se declara cuando una “nueva enfermedad” se propaga por el mundo, ante la cual no hay inmunidad y se mide por la expansión geográfica de la enfermedad.
Lo más probable, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), es que la enfermedad se propague, por lo que los gobiernos y los sistemas de salud deben prepararse para ello.
El verdadero problema que aparecerá con esta pandemia es el colapso del Sistema de Salud que tenemos.
México cuenta en 2020 (con datos de la SSA), con 121 mil 435 camas para la hospitalización, públicas y privadas. Y personal médico y equipo de atención apenas suficiente… ¿Nos alcanzará?
Dice el Dr. Pedro Rafael Ávila Cota: “¿La combinación entre las instituciones de salud públicas y privadas en México serán suficientes? ¿Se ha formulado y socializado una estrategia nacional de prevención y atención? ¿Los preparativos son pertinentes y suficientes por una posible contingencia de magnitud extraordinaria? (Umbral Público, 15/III/2020)… ¿Y tenemos dinero para ello?
Italia, hace cuatro semanas, estaban como nosotros ahora. Que no se nos olvide. En España la salubridad está ya colapsada.
Escribe una mexicana, desde Italia: “México no está mejor preparado que Italia o España para enfrentar las consecuencias de esta enfermedad, que definitivamente su mayor problema no es su tasa de mortalidad, sino su tasa de contagio, capaz de colapsar hasta los mejores sistemas de salud, y poner de rodillas la economía de países europeos”, (Excélsior, 16/III/2020).
El problema de México será igual que Italia, España o China: evitar el colapso del sistema de salud.
El “Doctor de la Nación” es el Consejo de Salubridad General de la SSA, que emite las recetas científicas y obligatorias para todo el pueblo.
Tuvo apenas su primera reunión… Y no dijo nada.
Dar la espalda a la realidad es una insensatez.
Pero dar la espalda a una pandemia puede traer consecuencias muy graves.
MUJERES Y CORONAVIRUS
AMLO perdió una de las mejores oportunidades de conciliar con toda la población: sumarse al paro de mujeres del nueve de marzo.
La impresionante marcha del 8M y el paro del 9M, marcaron una nueva ruta para las mujeres.
Nunca más podremos dejar de pensar en la perspectiva de género si queremos construir un país diferente.
Lo mismo le sucede con la pandemia del COVID-19.
¿Cómo lo resolverá?... NPI.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Va un pequeño ejemplo de nuestra Capacidad Sanitaria… El lunes pasado murió el octavo paciente inyectado en Pemex por un medicamento caduco… ¡Chale!
¡Vientos huracanados!, si no me piden ir a buscar una vacuna a China nos veremos por acá el próximo sábado...
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