*República joven
El viernes 31 de mayo, fui invitado por la gente del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) para participar como ponente en el foro “República Joven” en Pachuca, Hidalgo.
Me pidieron dar una plática en el evento sobre la transversalidad de las políticas públicas para jóvenes.
Pero el evento les ganó la partida.
El director del IMJUVE, Guillermo Rafael Santiago Rodríguez y su joven equipo de trabajo, organizaron esa reunión.
Su objetivo era fortalecer el Programa Nacional de la Juventud como una herramienta institucional que surge del Plan Nacional de Desarrollo.
Para conseguirlo, los chavos del IMJUVE han organizado una serie de reuniones que les permiten definir las metas, las estrategias y las acciones que se deben realizar para implementar una Política Nacional para la Juventud.
Para ello, diseñaron el foro República Joven donde se iniciaría el acercamiento con los jóvenes del estado de Hidalgo, como primer estado que se ofreció para apoyar el evento.
En ese foro, participarían los jóvenes hidalguenses, las autoridades institucionales de todos los niveles de gobierno, representantes de la sociedad civil, la academia y organismos internacionales.
Todo ese conocimiento, les serviría para incluirlo en el Programa Nacional de Juventud 2019-2024, que piensan desarrollar en este año.
Hasta ahí, la propuesta tenía una lógica. Tenía objetivos.
Pero apareció el gobernador… y todo cambió.
GOBERNADOR DE LOS JÓVENES
El gobernador Omar Fayad Meneses, decidió realizar la reunión en un Palenque. En la Feria de San Francisco.
Afuera del inmueble, están enormes fotografías de los artistas que se han presentado en ese lugar: Julión Álvarez, Molotov, Sebastián Yatra, Banda MS… Pero falta la foto del gobernador Fayad.
Llegué al Palenque. Estaba repleto de jóvenes con un par de grupos de rock.
Todos cantaban. Todos coreaban. Y un maestro de ceremonias los felicitaba por su participación: “¡Que vivan los jóvenes de la Huasteca!... ¡Y los jóvenes de la Sierra!”… ¡Y los jóvenes de Tizayuca y Tulancingo!”… Todo era algarabía y todos gritaban.
A las 14:00 horas, llegó el señor gobernador.
“¡Ahora, en estos momentos, llega con nosotros el gobernador de Hidalgo, el licenciado Omar Fayad Meneses. Que es el gobernador de los jóvenes!”… gritaba el locutor.
Y entre vítores y aplausos, entró el gobernador Fayad con su séquito de funcionarios y medios de comunicación, saludando a todos.
Poco a poco, los funcionarios presentes, le dieron la bienvenida.
Se le indicó que había jóvenes de los 84 municipios de Hidalgo y que todos participaban en sus programas de juventud.
Cuando él tomó el micrófono, felicitó a todos los funcionarios presentes y empezó a recorrer el espacio para preguntarle a la gente si conocía sus programas juveniles.
Todos los sabían de memoria y, al responder, el gobernador Fayad, les decía: “¡Te has ganado una Lap Top!”.
Así, regalando computadoras y mandándole repetidamente saludos al señor presidente de la República, decía: “Somos de partidos diferentes. Yo soy del PRI. Pero no queremos ser sólo una oposición. Trabajamos juntos, con él, para engrandecer a nuestro estado”.
Los gritos de los jóvenes aparecieron: “¡Omar! ¡Omar! ¡Omar!”…
Durante una hora, subió, bajó, habló, gritó y regaló computadoras, mientras el maestro de ceremonia no dejaba de llamarlo el gobernador de los jóvenes.
Ahí, en medio del Palenque, se despidió en medio de los periodistas y cámaras que no paraban de tomarle fotos.
Poco a poco, el recinto se empezó a vaciar.
Los jóvenes de los 84 municipios se retiraron.
Sólo quedó una pequeña presencia para concluir el foro República Joven.
EL CERRO DE CUBITOS
Cuando me tocó participar, les recordé el objetivo del foro: “¿Para qué nos sirve la presencia del gobernador y su show?”, les dije.
Les recordé que en 2013, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el día en que inició su Programa Nacional de Prevención a la Violencia (PNPV), fuimos invitados a Aguascalientes, para ver su arranque.
Llevaron a más de 200 invitados de la Ciudad de México. Nos convocaron al Hangar Presidencial y nos llevaron en un vuelo oficial.
En Aguascalientes, nos recibieron y llevaron en autobuses especiales, con todas las calles cerradas al tránsito normal.
En las paredes se leían letreros de agradecimiento: “Señor Presidente: Aguascalientes está con usted”.
Al llegar al evento, miles de personas abarrotaban las sillas en el Parque Ecológico “La Línea”.
Entre la gente, vi un grupo de pandilleros y me acerqué a saludarlos. Todos tenían los pelos parados, tatuajes, aretes, vestidos como pandilleros.
Les pregunté: “Y ustedes: ¿De dónde vienen? ¿Son pandilleros?”.
Los jóvenes rieron: “No. Somos miembros de una escuela de actuación, pero la maestra nos pidió vestirnos así para echarle porras al presidente”.
Peña Nieto habló y presentó el PNPV, mientras que los actores le gritaban: “¡Peña Nieto, presidente, la pandilla está presente!”.
Fue otro show… igual que el del gobernador Fayad.
Entre 2013 y 2015, trabajamos (como Circo Volador) en Pachuca, en el Cerro de Cubitos, que era una de las zonas más violentas de esa ciudad.
Realizamos un diagnóstico y les propuse “pintar el cerro”, como lo habíamos hecho años antes en Brasil, en las favelas de Río de Janeiro.
Pero, el presidente municipal de Pachuca: ¡Decidió pintar otro cerro! En donde tenía presencia política.
La lógica de los gobernantes es una imbecilidad… aunque sean presidentes municipales.
Yo renuncié a trabajar en el otro cerro.
Los grafiteros pintaron el otro cerro y, meses después, regresó Peña Nieto para anunciarlo como: “Una de las mejores intervenciones del gobierno para la prevención de la violencia”.
Nunca les importó cambiar de cerro.
Mentir era su especialidad.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Espero que los jóvenes del IMJUVE hayan entendido que las viejas formas de hacer política siguen vigentes… Que el pasado es el presente… Y que no son fáciles de cambiar.
¡Vientos huracanados!, si no me mandan a echarle porras a Trump nos veremos por acá el próximo sábado...
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