En el mundillo político se preguntan por qué el presidente de la “cuarta transformación” Andrés Manuel López Obrador no consulta al pueblo si les baja el salario a los integrantes del Poder Judicial, como lo hizo con el proyecto del Tren Maya…

Y la respuesta es porque no es ingenuo, pues sabe que si hace esa pregunta, tendrá una apabullante mayoría a su favor y entonces tendrá que cumplir o se expone a que el mismo pueblo se lo reclame más pronto de lo previsto… Por ello se acaba de aventar el tiro de proponer que sean los académicos de la UNAM quienes fijen sueldos o recomienden cuánto deben percibir dentro del Poder Judicial… Y surge otra pregunta: ¿En la UNAM le harán la chamba al mandatario?... Ya veremos…