Enrique Peña Nieto pasará a la historia con aprobación más baja al término de un mandato sexenal y, a querer o no, esto se lo debe a los gobernadores de su partido, el PRI, que se caracterizaron por la brutal corrupción con que desempeñaron el cargo…

Este vergonzante escenario lo arrastrará con la fama de haber presidido uno de los sexenios más corruptos, a pesar de haber lavado el otro lamentable episodio de la tristemente célebre “casa blanca”… Ni modo, así es la política… ¿O no?...