Si es cierta esa versión de que el panel al que acudieron México y Canadá para defender su industria automotriz contra la de Estados Unidos, fundamentados en las reglas del T-MEC, fue resuelto a favor de los primeros y los gringos salieron derrotados de ese tribunal comercial, habrá consecuencias mayúsculas durante el año entrante…
Según esto, “fuentes” que participan en dicho panel anuncian que el dictamen elaborado de manera preliminar viene en contra de la industria automotriz norteamericana, lo que representa una afrenta comercial que pronto se verá reflejada en otras industrias del vecino país del norte, vecino de México…
Y es que, recuérdese, los estadounidenses no tienen amigos, sino intereses, y si se consolida con todo su peso el golpe a la por demás poderosa industria automotriz de su país, téngase por seguro que buscarán vengarse con medidas que, con toda tranquilidad, pueden aplicar en sectores como el acerero y energético…
Así que más vale abstenerse de cantar victorias, como las burlas que se acostumbran en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque la lucha comercial apenas empieza de lo que se espera para todo el 2023…