Este lunes la Ciudad de México entra al paulatino retorno de lo que ahora el gobierno llama nueva normalidad, aun cuando la capital del país registra la mayor ocupación hospitalaria a nivel nacional, el mayor número de contagios y muertes por el coronavirus.

Al declarar semáforo naranja, la secretaria de Gobierno, Rosa Isela Rodríguez, informó que la entrada al proceso de vida rutinaria consta de cuatro etapas.

Primera etapa: Se plantea que la operación de comercios sea de 50 por ciento con un esquema de apertura de tres días ciertos establecimientos y tres días los faltantes, «alternándose cada semana de lunes a sábado».

Segunda etapa: Se determinó establecer calles exclusivamente peatonales, es decir, calles de uso automovilístico cambiarán su uso, «para que la gente pueda caminar en un solo sentido y evitar aglomeraciones».

Tercera etapa: Se reforzarán las medidas sanitarias en las instalaciones de comercios con la adecuación y señalética para la protección de visitantes y empleados.

Cuarta etapa: Negocios en vía pública, se busca que vendedores trabajen dos días a la semana en zonas y calles previamente establecidas.

El martes 30 de junio reabrirán locales comerciales al 50 por ciento de su capacidad y de manera alternada de lunes a sábado en un horario de 11:00 a 17:00 horas y además contarán con mecanismos de dosificación.

Por su parte, el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, definió las zonas del Centro Histórico de la Ciudad de México y explicó que habrá circulación vehicular con restricciones para evitar contagios de covid-19, en un horario de lunes a sábado de 10:00 a 18:00 horas a partir del 30 de junio, con una intervención en 42 calles. Por lo que en la zona habrá 30 nuevas calles peatonales.

Añadió que el Metrobús continuará con sus operaciones normales, es decir, prestará servicio como siempre.

El funcionario detalló que se tiene estimado el regreso de 300 mil personas al Centro Histórico, pero aclaró que dependerá de las condiciones de la pandemia de coronavirus.

Finalmente dijo que no sólo se espera que se abran los comercios, sino que haya clientes. “Nuestro estimado es que de inicio se integren a sus actividades rutinarias 300 mil personas, puede que sean más para que pronto se estabilice, dependiendo de las condiciones de la pandemia”, precisó.