En forma por demás evasiva, o temerosa, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que no quiere meterse en declaraciones sobre la detención de Rosario Robles Berlanga.

Y cuando los reporteros preguntaron si se le dará atención especial durante su permanencia en el reclusorio femenil, la funcionaria se limitó a contestar negativamente, pero de inmediato aclaró que tampoco se le tratará mal.

“Yo no me quiero meter en eso de que si es o no culpable, yo no se nada, mejor que diga la gente, que diga la gente, que diga la gente”, expresó en forma por demás repetitiva, y así se sacudió el asecho de los periodistas.