Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) Los aranceles impuestos a la importación de productos provenientes de China por parte de la administración del entonces presidente Donald Trump, representaron un costo de aproximadamente 31.9 mil millones de dólares, además de la ralentización del desarrollo tecnológico en Estados Unidos, revela un nuevo informe del grupo industrial Consumer Technology Association (CTA).

El documento afirma que “los aranceles de la Sección 301 sobre las importaciones estadounidenses desde China estancaron el crecimiento de la producción y el empleo en los Estados Unidos”, y que de hecho, “los trabajos de fabricación de tecnología se estancaron y, en algunos casos, disminuyeron después de que se impusieron los aranceles”.

De acuerdo con la asociación, la misma que organiza el Consumer Electronics Show en Las Vegas, los importadores de productos tecnológicos de China pagaron más de 31 mil 986 millones de dólares en aranceles impuestos por la administración Trump entre mediados de 2018 y finales de 2021.

A partir de 2018, Trump emitió órdenes para la imposición de aranceles a productos provenientes de China, como parte de una guerra comercial en contra del país para obligarlo a firmar un nuevo acuerdo comercial entre ambas naciones. El presidente actual de Estados Unidos, Joe Biden, ha planteado la posibilidad de eliminar algunos aranceles como una de las alternativas para combatir la inflación.

Se estima que los aranceles correspondientes al sector tecnológico representaron cerca de una tercera parte del total de aranceles pagados desde julio de 2018 hasta el 2021, que sumaron un consolidado de 113 mil millones de dólares entre productos tecnológicos y no tecnológicos.

“Está claro que los aranceles no han sido efectivos en el trato con China y, en cambio, están perjudicando a las empresas y los consumidores estadounidenses. Con el aumento de los precios en todos los sectores de nuestra economía, la eliminación de los aranceles mitigaría la inflación desenfrenada y dañina y reduciría los costos para los estadounidenses”, dijo Ed Brzytwa, vicepresidente de comercio internacional de CTA.

Aproximadamente la mitad de los aranceles pagados se destinaron a la importación de computadoras y productos electrónicos producidos en China. Entre los productos más afectados por la imposición de aranceles estuvieron los dispositivos conectados (1.8 mil millones de dólares), así como routers y otros dispositivos de red (996 millones de dólares).

La revisión de la CTA de las tendencias de importación desde que se impusieron los aranceles por etapas a mediados de 2018 muestra que las importaciones de productos tecnológicos chinos afectados por los aranceles de la Sección 301 cayeron un 39 por ciento durante los siguientes tres años y medio, mientras que los no afectados crecieron un 35 por ciento.

La participación de China en las importaciones estadounidenses de productos tecnológicos afectados por los aranceles se redujo aproximadamente a la mitad, del 32 por ciento en 2017 al 17 por ciento en 2021, según el informe. Contrariamente, en aquellos artículos no afectados por los aranceles, China aún representó el 84 por ciento de las importaciones.

Asimismo, hay ciertos productos que pese a las tarifas, sus importaciones reportaron un crecimiento dentro del periodo estudiado de 2017 a 2021. Entre estos se encontraban cámaras digitales (2.5 mil millones de dólares), ciertos aparatos de cocina y aspiradoras (1.2 mil mdd) y aspiradoras robotizadas (1.8 mil mdd).

La Asociación advierte que mientras estos aranceles sobre productos de tecnología no lograron los objetivos de la administración Trump, como la creación de empleos a nivel nacional, otras naciones se vieron beneficiadas por un incremento en sus exportaciones a los Estados Unidos, incluyendo Vietnam, Taiwán, Corea del Sur, México, Malasia y otros países.

Derivado del informe, la CTA emitió una serie de recomendaciones respecto a la política de importaciones de Estados Unidos:

Eliminar los aranceles sobre los productos de tecnología de consumo para mitigar la inflación, reducir los costos y desbloquear el poder innovador de la economía estadounidense.

Eliminar los aranceles sobre los insumos para revitalizar los empleos y la fabricación de productos tecnológicos en el país.

Crear inmediatamente nuevos acuerdos comerciales y expandir los existentes, incluso con Vietnam, Taiwán, Malasia y Tailandia, para hacer que las inversiones en manufactura en Estados Unidos sean más atractivas.