La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 8.00%.

Durante  el  segundo  trimestre  del  año se  desaceleró  la  actividad  económica mundial,  reflejando  una  menor  expansión  en  las  principales  economías  avanzadas  y  emergentes. 

En  este  entorno,  las  perspectivas de crecimiento para la economía mundial se han revisado nuevamente a la baja. Asimismo, se presentaron tensiones entre Estados Unidos y otras economías, tanto en materia comercial, como asociadas  a  temas  migratorios,  tecnológicos  y  de  aspectos  de  política  cambiaria. 

Por  su  parte,  la  inflación  general  y  subyacente  en  las principales economías avanzadas se  ha  mantenido  en  niveles  reducidos y por debajo de las metas de sus respectivos bancos centrales. En este contexto, un amplio número de bancos centrales han adoptado posturas monetarias más acomodaticias.

En su reunión de julio la Reserva Federal redujo en 25 puntos base el rango objetivo para la tasa de fondos federales y adelantó  la  terminación  de  la  reducción  de  su  balance.

Asimismo,  se han  presentado  episodios   de volatilidad en los mercados financieros asociados a las tensiones entre Estados Unidos y China y a la desaceleración mayor a la esperada de algunas economías. Este entorno ha dado lugar a la expectativa de un relajamiento adicional en las posturas monetarias de diversos bancos centrales.

Los riesgos que enfrenta la economía global han aumentado, destacando un escalamiento en las disputas comerciales, una salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea y el deterioro en algunos riesgos políticos y geopolíticos.

Por ello, el balance de riesgos para la actividad económica mundial se ha deteriorado.

Los  mercados  financieros  nacionales  han  reflejado  los  efectos  tanto de  menores  tasas  de  interés  en  todos  sus  plazos  en  las  principales  economías  avanzadas,  como  de episodios  de  volatilidad. 

Así,  mientras que la cotización de la moneda nacional registró ajustes ante dichos episodios, las tasas de interés  de  los  valores  gubernamentales  han  presentado  disminuciones,  incluyendo  las  de  plazos  mayores.

En  cuanto  a  los  riesgos  que  pudieran  afectar el  desempeño  de  los  activos  financieros  en  México,  persiste  la  incertidumbre  asociada  a  la  relación  bilateral  entre  México  y  Estados  Unidos  y  respecto  de  las  perspectivas  crediticias,  tanto  para  la calificación  de  la deuda  de  Pemex  como  la  soberana.

El entorno actual sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios  en  la  economía. 

En  este  sentido,  es  particularmente  importante  que  además  de  seguir  una  política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las  finanzas  públicas. 

En  este  contexto,  es  necesario  atender  el  deterioro  en  la  calificación  crediticia  soberana y de Pemex, así como cumplir las metas fiscales para 2019. En adición, es importante que el Paquete  Económico  para  2020  genere  confianza. 

Asimismo,  es  indispensable  fortalecer  el  estado  de  derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad. La información oportuna indica que en el segundo trimestre de 2019 continuó el estancamiento que la actividad  económica  en  México  ha  venido  registrando  en los  trimestres  previos,  como  reflejo  de  una  mayor debilidad en la mayoría de los componentes de la demanda agregada.

Así, las condiciones de holgura de la economía continuaron relajándose, incluso más de lo previsto, ampliándose la brecha del

producto en terreno negativo.

En un entorno de marcada incertidumbre, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja.Entre junio y julio, la inflación general disminuyó de 3.95% a 3.78%.

Ello debido, principalmente, a una reducción  del  componente  no  subyacente,  el  cual  pasó  de  4.19%  a  3.64%,  reflejando  menores  incrementos especialmente en los precios de los energéticos, así como en los de las frutas y verduras, mientras  que  la  tasa  de  crecimiento  de  los  precios  de  los  productos  pecuarios  ha  aumentado  en  el  margen. 

Por  su  parte,  la  inflación  subyacente ha  mantenido  su  persistencia  alrededor  de  3.8%. 

Las expectativas de inflación a diferentes plazos provenientes de encuestas y de los mercados financieroshan permanecido relativamente estables, si bien en niveles superiores al 3%.

Respecto a los riesgos para la inflación, al alza se encuentran que se mantenga la persistencia mostrada por la inflación subyacente y la posibilidad de que la cotización de la moneda nacional se vea presionada por factores externos o internos. Si la economía requiere un ajuste del tipo de cambio real, el Banco de México contribuirá a que este ocurra de manera ordenada, evitando efectos de segundo orden sobre la formación de precios.

Otros riesgos son la amenaza de imposición de aranceles por parte de Estados Unidos y que se adopten medidas compensatorias, si bien este riesgo se ha mitigado; que los precios de los energéticos reviertan su tendencia o que aumenten los precios de los productos agropecuarios; un entorno de debilidad en las finanzas públicas; y el   escalamiento de medidas proteccionistas a nivel global.

Adicionalmente, que dada la magnitud de diversas revisiones salariales se generen presiones de costos, en la medida que estas superen las ganancias en la productividad. Por otra parte, en cuanto a los riesgos a la baja, destaca que se aprecie la cotización de la moneda nacional, lo cual podría estar asociado a un contexto de posturas monetarias más acomodaticias y menores tasas de interés a nivel mundial, o en caso de alcanzarse mayor certeza en la relación comercial con Estados Unidos.

También figura como riesgo a la baja que se presenten menores variaciones en los precios de algunos bienes incluidos  en  el  subíndice  no  subyacente,  tal  como  ha  sucedido  con  los  energéticos  ante  una  mayor  debilidad económica mundial, lo cual también contribuiría a reducir la inflación subyacente.

Asimismo, que las condiciones de holgura se amplíen más de lo previsto, lo cual incidiría en el comportamiento de la inflación subyacente. Por lo anterior, aún persiste marcada incertidumbre en los riesgos que pudieran influir en la inflación.

En este contexto, el Banco de México estará atento a la posible materialización de los riesgos para la inflación, tanto a la baja como al alza.  Para  guiar  sus  acciones  de  política  monetaria,  la  Junta  de  Gobierno  da  seguimiento  cercano  a  la  evolución de la inflación respecto a su trayectoria prevista, considerando la postura monetaria adoptada y  el  horizonte  en  el  que  esta  opera. 

En  este  proceso,  utiliza  la  información  disponible  de  los  determinantes  de  la  inflación,  así  como  sus  expectativas  de  mediano  y  largo  plazos,  incluyendo  el  balance  de  riesgos  para  estos. 

A su vez, la  política  monetaria  debe  responder  con  prudencia  si  por  diversas  razones  se eleva  considerablemente  la  incertidumbre  que  enfrenta  la  economía.

 En  este contexto, tomando  en  cuenta  que  la  inflación  general ha  disminuido  conforme  a  lo  previsto  por  este  Instituto Central, la ampliación en la holgura mayor a la esperada, y el comportamiento reciente de las curvas de rendimiento externas e internas a diferentes plazos, la Junta de Gobierno decidió por mayoría disminuir en  25  puntos  base  el  objetivo  para  la  Tasa  de  Interés  Interbancaria  a  un  día  a  un  nivel  de  8.00%, considerando que bajo las condiciones actuales dicho nivel es congruente con la convergencia de  la  inflación  a  su  meta  en  el  horizonte  en  el  que  opera  la  política  monetaria.

Un  miembro votó  por  mantener dicho objetivo en 8.25%. Para consolidar una inflación baja y estable, en un entorno en el que la formación de precios y las condiciones de holgura en la economía están sujetas a riesgos, la Junta de Gobierno continuará dando seguimiento cercano a todos los factores y elementos de incertidumbre que  inciden  en  el  comportamiento  de  la  inflación  y  sus  perspectivas,  y  tomará  las  acciones  que  se  requieran con base en la información adicional, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada de la inflación general a la meta del Banco de México en el plazo en el que opera la política monetaria. 2

La Junta mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial, en el entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, en un contexto externo en el que persisten riesgos, así como a la evolución de las condiciones de holgura y presiones de costos en la economía.

Ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3%, así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que alcancen dicha meta.