Por Nicolás Larocca

Que los datos de velocidad de Internet fijo reflejen una realidad similar a la que muestra el reporte de Internet móvil no hace más que confirmar que América Latina tiene serios y urgentes desafíos también en materia de calidad de conectividad. Sólo Chile y Panamá presentan índices por encima del promedio global y 11 países se ubican por debajo del umbral de 30 Mbps.

Universalizar el acceso es, en general, el primer objetivo en agendas locales, pero, en paralelo, es necesario ocuparse de la calidad. La pandemia aceleró las brechas existentes y los avances de la tecnología generan que una mala conexión sea una nueva forma de desigualdad. Todos los países de América Latina muestran en sus reportes serias diferencias entre sitios urbanos y rurales, y entre zonas céntricas y del interior.

La región también da cuenta de diferencias entre sus miembros en los datos de Speedtest. El crecimiento de 62 por ciento interanual en las conexiones por fibra óptica, que ahora representan más del 40 por ciento de los accesos a Internet fijo, fue clave para que Chile se ubique en el primer puesto de la lista de América Latina con 169.9 Mbps. Le sigue Panamá, con 115.3 Mbps

Todos los demás están debajo del promedio mundial de 98.6 Mbps de bajada, con picos en Singapur (234.4 Mbps) y Tailandia (230.5 Mbps). Brasil está en el tercer puesto regional y lo sigue de cerca Trinidad y Tobago, y un poco más lejos Uruguay, Bahamas y Argentina. En el otro extremo, Cuba tiene un promedio inferior a 4 Mbps, y Haití, Surinam y Venezuela no superan los 17 Mbps.