Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) Los procesos de transformación digital en América Latina avanzarán poco si no se mejoran las condiciones de asignación del espectro radioeléctrico que actualmente se ofrece a un alto costo, que daña las inversiones y que dificulta el despliegue de redes, explicó Pau Castells, director de análisis económico de GSMA Intelligence.

“La transformación digital depende de la gestión eficiente del espectro, que en términos generales involucra tener suficiente espectro en condiciones que generen incentivos necesarios a la inversión”, según explicó en entrevista con DPL News, con base en un nuevo estudio de la GSMA que será publicado en las siguientes semanas.

Aunque se reconoce que existe una falta de espectro para brindar mejor conectividad, el estudio de la GSMA encontró que la asignación de este recurso para la industria móvil en la región aún es insuficiente y en condiciones poco favorables para facilitar el despliegue de redes.

Basado en el análisis de más de 2 mil asignaciones realizadas en América Latina, Castells explicó que la asignación de espectro en la región aún se encuentra por debajo de los niveles promedio de Europa o de países pertenecientes a la OCDE. Esto es especialmente evidente en países como Panamá, Argentina, Ecuador y México.

Indicó que una baja asignación de espectro provoca un alza en los costos de despliegue y un bajo nivel de rentabilidad de la inversión, que eventualmente repercute en el consumidor.

En general, Castells advirtió que “se observa una desconexión entre la evolución de los ingresos de la industria y los precios del espectro”. Al comparar la tendencia de ambas métricas a partir de 2010, el estudio encontró que mientras que los ingresos de la industria móvil en la región han bajado aproximadamente de 50 a 60 por ciento, el precio del espectro se ha elevado en 140 por ciento.

En ese sentido, el costo como porcentaje de los ingresos ha pasado desde un 2 a 3 por ciento en 2010, a cerca de un 8 o 9 por ciento en 2022. Esto ubica el costo del espectro en América Latina en niveles entre dos o tres veces más altos que en países desarrollados.

“Lo que muestran los datos de la región no está en línea con lo que se denominaría como una gestión eficiente del espectro. Sin incentivos a la inversión, el despliegue es más lento y existe una menor calidad de red, con el agravante que es una tecnología de uso general, importante para las industrias y múltiples servicios”, agregó.

En general, Castells identificó que el incremento registrado en el precio del espectro ha sido provocado por la elección de mecanismos diferentes a la dinámica de mercado, y la preferencia por criterios de “dudosa lógica”, como un benchmark de precios entre países que se encuentran en condiciones diferentes a la región latinoamericana.

Añadió que las autoridades deben reconocer que ”el precio del espectro es algo que depende del retorno que (los operadores) puedan obtener de ese recurso”.

No obstante, reconoció que existen excepciones como Chile y Brasil, que han logrado elevar el nivel de espectro en el mercado, similar al de países avanzados. Chile realizó la asignación de bandas para 5G en 2021 como 3.5 GHz y 26 GHz, además de AWS y 700 MHz; mientras que Brasil concluyó una subasta de espectro en 2022 en múltiples bandas como 700 MHz, 3.5 GHz, 2.5 GHz y 26 GHz. Ambos países priorizaron la inversión en redes a cambio de una reducción en el costo del espectro.

Por el contrario, existen ejemplos como México, donde el pago de tarifas anuales del espectro es tan alto, que ha obligado a operadores como Movistar y AT&T a devolver el espectro, lo que repercute en la calidad, el despliegue y la inversión. Castells recordó también el caso de Ecuador, donde el gobierno reconoció que era insostenible para la industria el precio de este recurso y decidió recortar de forma paulatina su costo en hasta un 80 por ciento.

En los próximos años, diversos países de la región realizarán procesos de asignación o renovación de licencias de espectro, por lo que advirtió que el desafío se encuentra en asignar este recurso en condiciones que generen los resultados esperados. “Esto determinará el éxito de los procesos de transformación digital de los países”, afirmó.

Entre las recomendaciones, consideró que se pueden realizar subastas “bien diseñadas” que puedan maximizar el ingreso, al mismo tiempo que se optimiza la asignación a operadores que puedan aprovecharlo mejor.

Alrededor de la banda de 6 GHz, planteó que en buena parte del mundo aún no se ha tomado una decisión final, pero reconoció que aún existe un riesgo para muchos países si se toman decisiones que no están en línea con el resto del mundo.