Por Violeta Contreras García

(dplnews) Desde que llegó el Internet móvil 3G y comenzó a expandirse alrededor del mundo, se ha convertido en una herramienta para exponer la mala gobernanza y la corrupción real en los países, por lo que los usuarios conectados aprueban menos al gobierno en turno, confían menos y son más escépticos del discurso político.

Ese fue el hallazgo principal del reciente estudio Internet 3G y confianza en el gobierno, elaborado por los investigadores Sergei Guriev, del Centro de Investigación de Políticas Económicas; Nikita Melnikov, de la Universidad de Princeton, y Ekaterina Zhuravskaya, de la Escuela de Economía de París. Y publicado en la Red de Investigación en Ciencias Sociales (SSRN, en inglés).

Un aumento promedio en la cobertura 3G de 2008 a 2017 desencadenó un incremento de 39 por ciento en la población con acceso a banda ancha móvil y, a su vez, redujo la confianza en el gobierno en 2.5 puntos porcentuales y elevó la percepción de que el gobierno es corrupto en 1.4 por ciento, revela el informe.

3G ha disminuido la credibilidad y el respaldo hacia el poder político en general, pues es la primera generación móvil que permitió a los usuarios navegar desde sus teléfonos inteligentes y transmitir o cargar videos, lo que a su vez provocó un mayor uso de las redes sociales. Pero los efectos de la expansión de la red han variado según el contexto de cada nación.

En los países donde Internet no está censurado, la aprobación y fe en el gobierno ha declinado más, pues existe más información política independiente en línea que puede hacer que los ciudadanos cambien sus actitudes hacia la administración gubernamental.

Además, el respaldo al gobierno disminuye en mayor medida en las naciones donde los políticos controlan los medios de comunicación tradicionales y, por tanto, la banda ancha móvil 3G se ha convertido en una manera de tener noticias importantes porque no existen otras fuentes independientes.

Cuando existe corrupción en un gobierno, 3G ha impactado de forma negativa en la credibilidad e incluso es una vía para informar a la población sobre el nivel de corrupción real, señala el estudio. Por el contrario, los países con gobiernos más íntegros (como Dinamarca o Suiza) no sufren una reducción en la confianza de los habitantes como resultado del acceso 3G.

Los investigadores también concluyeron que los gobiernos en el poder pierden votos a medida que hay más usuarios conectados a 3G, debido a que están más desilusionados de los partidos. En Europa, la expansión del acceso a la red móvil provocó una disminución de 4.7 por ciento en la participación de votos del partido en turno. Y, a su vez, la expansión de 3G resultó en un aumento de la preferencia hacia los partidos populistas anti establishment.

El informe deja abiertas otras preguntas sobre temas que se deben profundizar en el futuro, como cuáles son las consecuencias de la difusión de las noticias falsas o por qué los partidos populistas se benefician del desencanto de los votantes. En este estudio, se utilizaron 840 mil 537 encuestas a personas de 116 países entre 2008 y 2017 de la Encuesta Mundial de Gallup, información que fue cruzada con los ciudadanos que podían acceder a Internet móvil 3G en ese tiempo.