Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) Aunque los precios de los servicios de banda ancha, tanto móvil como fija, mantienen una tendencia constante a la baja, los niveles en que se encuentran son aún insuficientes para fomentar el uso de los servicios, especialmente para la población en países en vías de desarrollo, señala el último informe realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Alianza para Internet Asequible (A4AI).

El informe señala que a pesar de que un 85 por ciento de la población mundial cuenta con cobertura 4G, casi la mitad se mantiene desconectada debido a que el precio de los servicios se encuentra todavía en un nivel alto relativo a su nivel de ingreso.

Según datos de A4AI, durante el último año, los precios por los servicios de banda ancha fija y móvil promedio a nivel mundial disminuyeron ambos en 0.2 por ciento, hasta 2.9 y 1.7 por ciento, respectivamente, del ingreso nacional bruto per capita (GNI).

En ese sentido, aunque los precios mantienen una tendencia positiva hacia la baja, los autores advierten que 45 por ciento de los países analizados se mantienen por arriba de la meta del 2 por ciento del GNI establecido en los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la ONU. En el caso de los servicios fijos, cerca del 56 por ciento de los países en el estudio mantienen precios por arriba del objetivo.

El estudio se basa en precios de una canasta básica para diferentes servicios. En el caso de los servicios de banda ancha móvil que cuentan sólo con datos, se considera un paquete de 1.5 GB. A nivel mundial, este servicio registró una caída de 10 por ciento en el nivel de precios, por lo que logró ubicarse en 1.7 por ciento en promedio del GNI per capita.

A pesar de estos avances, en los países en desarrollo, el precio de este servicio se mantiene cercano al 2.5 por ciento. Destaca el caso de África, donde el precio promedio se mantiene cercano al 6.4 por ciento del GNI.

En el caso de los servicios de banda ancha fija, pese a que también muestran una tendencia a la baja, el precio promedio mundial se mantiene en 2.9 por ciento del GNI mensual.

El informe explica que en los servicios de banda ancha fija, tanto la región como los niveles de ingresos tienen un impacto importante en su asequibilidad.

Mientras que los consumidores de los Estados Árabes y las regiones de Asia y el Pacífico enfrentan precios cercanos al promedio mundial, los de las regiones de África y América pagan seis y una y media veces la mediana mundial, respectivamente. Europa sigue siendo la única región donde los consumidores gastan menos del 2 por ciento de sus ingresos en Internet de banda ancha fija (1.2% GNI per cápita).

El estudio detalla que el Internet de banda ancha fija es prohibitivamente cara no sólo para las economías de bajos ingresos, donde los costos medios ascienden al 35.8 por ciento del ingreso mensual medio, sino también para muchas economías de ingresos medios-bajos donde se debe destinar el 8.4 por ciento del GNI per cápita.

Houlin Zhao, secretario General de la UIT, consideró que aunque es alentadora la tendencia a la baja de los precios, se deben redoblar esfuerzos para conectar a más personas. “Si bien la pandemia de la Covid-19 ha impulsado la transformación digital, necesitamos conectar a todas las personas con la educación, el trabajo, la salud, las empresas y los servicios gubernamentales. Construimos la infraestructura para un futuro mejor, no sólo para tiempos difíciles”, agregó.

Por otro lado, el informe también reconoce que si bien los precios no han bajado al nivel objetivo, los operadores han logrado incrementar “el valor por el dinero” de los servicios, al incrementar la infraestructura disponible y la velocidad ofertada.

Se estima que la velocidad mediana global de servicios de banda ancha fija de entrada fue de 10 Mbps en 2020, prácticamente el doble de lo registrado en 2019.

Sin embargo, también advierte que la brecha entre países en desarrollo y desarrollados continúa ampliándose, tanto en términos de precio como de velocidad. La velocidad promedio de banda ancha fija en países en vías de desarrollo se mantuvo por debajo de los 5 Mbps.