Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) Conforme se extienden las tecnologías inalámbricas a nuevos casos de uso, se requerirá una mayor cantidad de espectro, hasta 650 MHz adicionales por operador en distintas bandas que permitan cerrar la brecha digital en el mundo, pero también prepararse para la futura introducción de redes 6G hacia 2030.

Durante un seminario dentro de las labores de la Conferencia Interamericana de Telecomunicaciones (Citel), la GSA advirtió sobre la necesidad de espectro que permita satisfacer las necesidades de conectividad en el mundo, tanto para el cierre de la brecha digital mediante tecnologías como el acceso fijo-inalámbrico (FWA), el continuo avance de 5G, pero también estar preparados para nuevos casos de uso como experiencias inmersivas en 6G.

José Ayala, presidente del grupo de espectro para Citel en la Asociación de Fabricantes Móviles Globales (GSA), explicó en entrevista con DPL News las propuestas presentadas ante la Citel que permitirían ampliar la cantidad de espectro disponible para las tecnologías móviles (IMT).

Durante las reuniones de la Citel celebradas en México, se discutieron las propuestas de la región interamericana (IAP, por sus siglas en inglés) respecto a las bandas que serán discutidas para su armonización en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2023 (CMR-23), a celebrarse en la ciudad de Dubái.

Entre estas bandas se encuentran la armonización de 3.5 GHz, que ya está siendo utilizada para 5G, así como el estado de la polémica banda de 6 GHz para su uso en IMT en la Región 2, correspondiente al continente americano.

La GSA, por su parte, celebró que se considerara también la banda de 4,800 a 4,990 MHz dentro del Punto de Agenda 1.1 de la CMR-23, que permitiría añadir una nueva opción en el rango de bandas medias a las IMT. Esta banda ya recibe el apoyo de cerca de 42 países en el mundo mediante notas al pie de página de las regulaciones de la CMR, aunque continúa siendo utilizada para otros casos como servicios aeronáuticos.

En ese sentido, Ayala alertó que conforme se incrementa la demanda de espectro para servicios móviles, será más común encontrarse con bandas ocupadas. En ese sentido, el reto sería fortalecer la colaboración para un uso coordinado del espectro entre diferentes entidades.

“A medida que vamos avanzando en el desarrollo de las diferentes tecnologías de todos los servicios, el mundo está llegando a una necesidad de compartir espectro con los usuarios de tecnologías existentes. Esa es la necesidad a futuro, armonizar los despliegues de IMT en nuevas bandas, pero al mismo tiempo poder compartir esas bandas dándoles protección a los servicios que las están utilizando”, señaló.

En particular, la GSA presentó en la Citel tres diferentes metodologías para la compartición de este fragmento del espectro, incluyendo limitar la potencia de transmisión de IMT, para permitir que se expanda el uso de esa banda en nuevos países y no se afecte la continuidad de los servicios existentes.

Adicionalmente, Ayala indicó que la asociación apoya también el uso para IMT de los rangos de frecuencias de 3.3 a 3.4 GHz y de 3.6 a 3.8 GHz, sin restricciones. Estas bandas forman parte del Ítem de Agenda 1.2 de la CMR-23.

Por otro lado, la GSA también se mostró a favor de realizar estudios para la identificación del uso de la banda alta de 6 GHz, de 6,425 a 7,025 MHz para su uso en IMT en la Región 1. Al mismo tiempo, apoyó la identificación global de 7,025 – 7,125 MHz para IMT.

La Asociación apoyó también la propuesta por identificar la banda de 10 a 10.5 GHz en la Región 2, siempre que las condiciones técnicas y regulatorias así lo permitan.

En ese sentido, Ayala destacó la importancia de identificar nuevas bandas de espectro que permitan atender las crecientes necesidades de conectividad en América Latina, no sólo para aplicaciones de comunicación, sino para nuevos casos de uso en 5G como mayor capacidad en puertos y aeropuertos, IoT Industrial, tareas de seguridad y conectividad rural.

Relató el caso de Noruega, que llevó a cabo un exitoso proceso de licitación para impulsar la tecnología FWA. La autoridad noruega ofreció un descuento de 16 por ciento sobre el precio final (300 millones de dólares) de la licitación de bandas en 2.6 GHz y de 3.4 a 3.8 GHz, a cambio de impulsar proyectos de conectividad para dar cobertura a cerca de 62 mil hogares y negocios.

Ayala advirtió que, según estimaciones de la GSA, cada red u operador va a requerir de entre 500 a 750 MHz de espectro adicional para dar soporte a la conectividad 6G en amplias áreas geográficas, adicional al espectro ya disponible al día de hoy.

Estar listos para 6G

Además del debate sobre las bandas de espectro que permitan satisfacer la demanda actual de las redes móviles, la GSA también invitó a la Citel considerar nuevas bandas de espectro a definirse en el punto del orden del día 10 en 2023, compuestas por aquellas a ser estudiadas para el próximo ciclo.

Ayala indicó que el próximo estándar 6G ya está siendo analizado e investigado por al menos ocho países u organizaciones alrededor del mundo, incluyendo China, Europa, Japón, India, Corea del Sur, el Reino Unido y los Estados Unidos.

Dentro de las bandas del futuro, Estados Unidos ya había identificado la necesidad de analizar la adición del segmento de 7 a 16 GHz. La GSA, por su parte, identifica también que se podrían añadir diferentes segmentos específicos dentro del rango de 7 a 24 GHz.

Estas bandas serían añadidas dentro de la CMR -23 como parte del próximo ciclo de estudio para ser debatidas en la CMR del 2027. Esto permitiría a la industria estar preparados para introducir 6G de forma exitosa hacia 2030.