Por Efrén Páez Jiménez

GMSA y ETNO, dos de las mayores asociaciones de operadores móviles en el mundo, criticaron que la nueva propuesta fiscal de la OCDE y el G20 para evitar la evasión de grandes multinacionales podría imponer una carga injusta sobre las compañías de telecomunicaciones, las cuales ya pagan su correspondiente tasa de impuestos en los respectivos mercados donde operan.

Durante la pasada reunión del G20 se presentó el ‘Proyecto de Erosión de Base y Traslado de Beneficios del G20’, el cual pretende reducir la evasión fiscal de grandes multinacionales, especialmente compañías tecnológicas como Facebook, Google o Apple, que en reiteradas ocasiones han sido acusadas de pagar una menor porción de impuestos sobre los beneficios que obtienen en los países donde ofrecen sus servicios, pero carecen de una presencia física.

El plan está dividido en dos pilares, el primero propone la reasignación de algunos derechos impositivos para que los países puedan recaudar los impuestos derivados de la operación de estas empresas en su país, aunque no cuenten con una sede física; y el segundo establece una tasa mínima impositiva global de 15 por ciento.

Mediante un comunicado conjunto de ETNO, asociación de operadores móviles europea, y de la GSMA, asociación de operadores móviles global, consideran que es adecuado que las multinacionales paguen su justa proporción de impuestos en los mercados donde operan, pero advirtieron que la nueva propuesta del G20/OCDE implica el riesgo de imponer una nueva carga regulatoria e impositiva sobre el sector de telecomunicaciones, cuando los operadores ya contribuyen con impuestos e inversión local.

Inicialmente, la propuesta se basaba en el establecimiento de una tasa impositiva a los servicios digitales, ya que algunas compañías de este sector habían aprovechado la posibilidad de repatriar los beneficios obtenidos de ciertos países donde no cuentan con una sede física, hacia países con reglas impositivas menos estrictas. La nueva propuesta apuntaría a prácticamente cualquier corporación multinacional, incluyendo las telecomunicaciones.

Ambas asociaciones destacan la importancia del papel que juegan los operadores de telecomunicaciones en la economía local, al aportar inversiones en forma de infraestructura y servicios de comunicación para la población, así como en el cumplimiento y el pago de impuestos, incluyendo impuestos sobre el ingreso, IVA y concesiones de espectro radioeléctrico.

“Desarrollar y mantener la infraestructura de telecomunicaciones requiere inversiones a largo plazo y un horizonte de inversión estable, y la industria debe tener derecho a un rendimiento justo de sus inversiones en infraestructura. En muchos países europeos, la rentabilidad media del capital propio del sector de las telecomunicaciones suele ser baja”, señalan en el comunicado.

La GSMA y ETNO creen que la propuesta actual corre el riesgo de imponer una carga fiscal excesiva y discriminatoria contra la industria, ya que mientras ciertas compañías que cumplan con los criterios del pilar uno y dos de la propuesta podrían quedar exentos del pago de impuestos por servicios digitales, los operadores de telecomunicaciones aún tendrían que realizar el pago de los impuestos específicos para el sector de telecomunicaciones.

El documento reconoce, sin embargo, que el trabajo sobre la propuesta ha planteado la exclusión de “los servicios que proveen acceso a Internet u otra red electrónica”, al considerar la carga regulatoria, la capitalización y la inversión de los operadores en el país donde operen.