Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) La pandemia por Covid-19 puso a prueba la resiliencia de la economía y de la sociedad, en el que la conectividad ha jugado un papel importante para la continuidad de las actividades de trabajo, educación, salud o entretenimiento. Por ello, la asociación mundial de operadores móviles (GSMA) ha presentado una serie de propuestas para consolidar el papel de la tecnología en la región y potenciar sus beneficios en el futuro.

Según la GSMA, la relevancia de las telecomunicaciones radica en su transversalidad a casi todo ámbito de actividad de un país, por lo que su potencial es enorme. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) estima que un incremento del 10 por ciento en la penetración de banda ancha móvil resultaría en un aumento adicional promedio del PIB de 1.2 por ciento en las economías de América Latina y el Caribe.

Según el Banco Mundial, la economía de la región se contrajo 7.9 por ciento durante el 2020 por los efectos de la pandemia, un nivel más profundo que el registrado en periodos de recesión anteriores. Asimismo, se estima que se perdieron al menos 47 millones de empleos.

Aunque la relevancia y beneficios de la conectividad en la sociedad ha sido aún más evidente durante el último año de la pandemia, aún existen retos para habilitar a toda la población en el uso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías, que a su vez permitan cerrar las brechas de desigualdad en la región.

La GSMA estima que, si bien 55 por ciento de la población en América Latina es usuaria de Internet móvil, la cobertura del servicio alcanza al 93 por ciento. Por un lado, esto refleja el alcance de las inversiones de los operadores, pero también la oportunidad para cerrar la brecha digital en la región.

A pesar de la incertidumbre generada por la pandemia, se estima que las empresas de telecomunicaciones de la región invertirán cerca de 99 mil millones de dólares entre 2019 y 2025 para hacer frente a la demanda de los usuarios.

Ante las medidas de confinamiento impuestas por los gobiernos en la región, la conectividad ha sido un aliado clave para la población para mantener la relativa normalidad de sus actividades. Según la Cepal, el uso de aplicaciones de teletrabajo se incrementó en 324 por ciento, mientras que la educación en línea aumentó en 60 por ciento.

Una encuesta realizada por Ericsson entre la población de América Latina, señala que al menos el 76 por ciento de los padres de familia consideró que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ayudaron a mantener la educación de sus hijos; el 74 por ciento de los encuestados destacó la importancia de la conectividad para mantener contacto con familiares y amigos, y un 67 por ciento para continuar sus actividades laborales.

Bajo este contexto, la GSMA ha elaborado una serie de propuestas y recomendaciones de política pública para lograr más y mejor conectividad en América Latina. El documento, que recoge aprendizajes, señala asignaturas pendientes y describe mejores prácticas internacionales, se ordena bajo cuatro ejes: simplificación regulatoria, coordinación intersectorial, optimización tributaria y planeación estratégica del espectro.

En el caso del primer eje, Simplificación regulatoria, la GSMA recomienda que se debe analizar y simplificar la regulación obsoleta para fomentar la digitalización y el desarrollo de redes presentes y futuras. Regulación ineficiente u obsoleta impide la expansión de la conectividad móvil y sus beneficios a la sociedad.

El segundo eje, Coordinación intersectorial, recomienda fomentar el diálogo entre los miembros del Congreso, las autoridades regulatorias y los hacedores de políticas sectoriales y los representantes del sector privado.

“El diálogo y la coordinación de la autoridad sectorial con otras áreas de la administración pública en las acciones de promoción de la digitalización pueden ser definitorias del éxito de una política planificada”, resalta la GSMA.

En cuanto a Optimización tributaria, la asociación considera que se debe construir una política fiscal consistente con el fomento de las inversiones, la inclusión y el incremento del PIB que la digitalización es capaz de generar. Por ejemplo, considera que los impuestos específicos para el sector reducen la asequibilidad de los servicios y los dispositivos.

Finalmente, en Planificación estratégica del espectro, la GSMA resalta la importancia de impulsar políticas de espectro a largo plazo, que tengan como centro la inclusión digital y la innovación, y no una vocación recaudatoria.

“Los gobiernos deberían evitar establecer precios excesivos del espectro, por ejemplo, mediante precios de reserva o tasas anuales excesivas, puesto que se arriesgan a reducir las inversiones en redes e incrementar el costo de los servicios. Las políticas de espectro deberían enfocarse en ampliar la capacidad y la cobertura de las redes presentes, pensando en el futuro”, puntualiza.