Por Violeta Contreras García

(dpl news) Un nuevo estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México señala que la cobertura de los servicios móviles ha incrementado en los pueblos indígenas, pero todavía hay comunidades que permanecen desconectadas.

Al cierre de 2022, el 75 por ciento de las comunidades con presencia de población indígena contaba con cobertura de telefonía e Internet móvil 4G en México, lo que significa que el alcance de esta tecnología creció 5 puntos porcentuales respecto a 2021.

La tecnología 3G sigue siendo predominante en los pueblos indígenas, pues llega al 80 por ciento de las localidades. Y si se toman en cuenta todas las tecnologías, tanto 2G, 3G y 4G, el 85 por ciento de la población indígena puede acceder al menos a una de ellas.

En México, existen alrededor de 11 millones 979 mil personas pertenecientes a grupos indígenas, lo equivalente al 9.5 por ciento de la población total, de acuerdo con los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (2020).

Sólo en 2022 se agregaron 6 mil 936 nuevas localidades y 701 mil 558 personas conectadas a las redes móviles 3G en estos pueblos indígenas. Además, 9 mil 596 nuevas localidades y 952 mil 430 personas se sumaron a la conectividad 4G.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones destaca que el diagnóstico de los pueblos indígenas que habitan en zonas con cobertura y aquellas que no permite focalizar las acciones para generar igualdad de condiciones en el acceso a los servicios móviles.

De todas maneras, el mapeo de la cobertura de servicios de conectividad es un primer paso para garantizar el acceso universal en el país, pues existen otras brechas que impiden que toda la población pueda conectarse a Internet.

Por ejemplo, el mismo estudio del IFT advierte que el 67.6 por ciento de la población indígena cuenta con un teléfono celular, lo cual implica que existe todavía un 32.4 por ciento de personas que no tienen un dispositivo para utilizar el servicio.

Los teléfonos móviles suelen utilizarse de manera compartida cuando no todos los integrantes de una familia cuentan con un dispositivo. Pero esta situación limita las actividades que una persona pueda realizar en su vida cotidiana, para actividades de trabajo, entretenimiento o educación.

En los pueblos indígenas con un mayor grado de marginación, la conectividad y la propiedad de dispositivos para conectarse a Internet es aún menor, de acuerdo con el reporte del IFT.

Por ejemplo, en Cora, un pueblo ubicado en la sierra de Nayarit donde el índice de marginación es de 27 por ciento, menos de cinco de cada 10 personas tiene un dispositivo móvil y la cobertura de servicios móviles es apenas de 39 por ciento.

Si bien ha incrementado la expansión de los servicios móviles en el territorio nacional, la brecha digital entre las zonas urbanas y rurales sigue siendo significativa. Esto deja a una parte de la población fuera de las oportunidades del mundo digital.

Asimismo, inhibe el mejoramiento de su calidad de vida, el desarrollo de sus cadenas de productividad local y el crecimiento socioeconómico en su conjunto. Si la penetración de la banda ancha aumentara un 50 por ciento en las localidades rurales, toda la economía podría crecer más de 2 puntos en el PIB anual.