Si las tendencias que dio a conocer a las once de la noche de este domingo el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, sumado a las encuestas que reconoce este mismo organismo, el PRI y el PRD resultaron muy desdibujados y podrían estar en camino a convertirse en partidos de la “chiquillada”.

Esto, porque los primeros resultados de las elecciones para diputados federales, senadores de la república y las nueve gubernaturas que estuvieron juego, el tricolor está en riesgo de no alcanzar más de 100 legisladores federales, de un total de 628 y los negro-amarillos se podrían sumar todavía más en el sótano del Congreso federal.

Lo anterior significa que en la Cámara de Diputados el PRI apenas podría tener 80 representantes y 20 en el Senado de la República, mientras que los perredistas se van a niveles que ahora tienen el PT y el Verde-ecologista.

Es, verdaderamente, un escenario catastrófico para el priísmo y el perredismo, porque también perdieron en todos los estados donde estuvieron en disputa las gubernaturas; esto es, que en la geografía electoral que estuvo en juego, salvo las gubernaturas que ya tienen, se convierten en partidos de la “chiquillada”.

Otro ejemplo de este escenario son las tendencias de las elecciones en la Ciudad de México, donde muchos priístas tuvieron la esperanza de que su candidato externo, Mikel Arriola, pudiera ser quien abriera la brecha para recuperar terreno político, lo que no ocurrió y al contrario, todo parece indicar que retrocedió, y el PRD está en riesgo de perder casi todo lo que hoy ostenta.

Es, pues, el costo de la historia y cuestión de esperar a que las tendencias de anoche se confirmen el próximo miércoles.