Una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó al pueblo de México a no ambicionar riqueza ni aspirar a tener comodidades que solo provocan inestabilidad social y hasta familiar, porque “el dinero es madre y padre del diablo”.
Esto ocurrió en su mañanera de este miércoles y lo dijo con prolongada respuesta a una pregunta sobre las acusaciones que hizo una mujer contra el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.
Aquí algunas de las frases que soltó el mandatario del momento:
“Yo tengo un escudo. Ya ven que dije que ya pasamos de la austeridad republicana y la fase superior es la pobreza franciscana, y ahora ese es el tema. Bueno, ahora voy a decir otra cosa: mi escudo protector es mi autoridad moral, es mi honestidad, y mi ángel de la guarda es el pueblo. A ver qué van a decir los críticos, para que tengan elementos.
“Y que cada quien esté tranquilo, no preocuparnos, hay que relajarnos. Si está uno bien con la consciencia, que es el principal tribunal, no hay nada que temer. Lo importante es eso, ser congruentes, actuar con rectitud, con principios, con ideales, no mentir, no robar, no traicionar, eso es lo más importante. Lo demás no es vida, eso no ayuda.
“Yo siempre he dicho que a la gente que uno quiere más, y debe de querer uno a mucha gente, pero a los que quiere más, a los hijos, a la gente más cercana, amigos, compañeros, que pueden ser 10, 20, miles, millones, hay que aconsejarles que no tengan tanto apego, ni al poder ni al dinero, y que se puede ser feliz estando bien con nosotros mismos, con nuestra conciencia y con el prójimo.
“Y no dejarse llevar por lo material, nada de fantocherías, y que lo mejor es la ropa de marca y los carros último modelo, y estar ahí de presumidos, no, eso no. Todo ese lujo barato, todos esos desplantes de prepotencia, de superioridad no tienen que ver con la felicidad de la gente. Si acaso, eso produce felicidad transitoria, efímera, pero no perdurable.
“Entonces, ya, ¿qué pasaba antes?, había ambientes, ¿no?, en donde lo más importante era lo material, la fama conseguida como fuese, el dinero, todo eso llevaba a cosas horrendas, a asesinatos entre familias por herencias. Acabamos de conocer de un caso tremendo, también por la ambición al dinero.
“¿Se acuerdan de unos asesinatos en Boca del Río de un ganadero?
Bueno, pues ya se sabe quién presuntamente es el responsable, y es gente cercana.
“Les comentaba yo de un asunto de Monterrey, de una herencia de dos mil millones de dólares. Se hizo un pleito, los hijos. Se murió el papá; bueno, creo que lo desenterraron, porque se acusaban de que uno de los hijos lo había envenenado, y todo por la herencia.
“El dinero es la mamá y también, para hablar en término de diversidad, la mamá y el papá del diablo. Y lo material no es la vida, ni siquiera la llamada racionalidad de las cosas, lo espiritual es importante, es fundamental”.