Durante la presentación del libro “Perspectivas sobre las mujeres en México: historia, administración pública y participación política”, editado por la UNAM, la diputada federal Claudia Reyes Montiel convocó a incorporar e impulsar una visión de igualdad de género para revertir el patrón cultural patriarcal que condiciona a las mujeres a la discriminación y subordinación que la ancla en la desigualdad.

Afirmó que “las mujeres han liderado una gran lucha contra la cultura de discriminación que nos ha colocado en un plano de inferioridad”. En la administración pública se requiere incorporar una perspectiva de género, apoyada en las propuestas que ofrecen las investigaciones académicas universitarias, sobre las acciones femeninas para diseñar políticas públicas que reviertan la disparidad.

Sostuvo que este fenómeno prevalece por la falta de conciencia social y frena el que las mujeres ocupen altos cargos políticos, argumentándose que los varones tienen más capacidad y fuerza, alentando una violencia política que debe revertirse.

Llamó a concientizar a la sociedad para cambiar ese paradigma y la discriminación hacia este sector de la población, a partir de una nueva educación desde la familia, con el objetivo de alentar las mismas oportunidades en un ambiente de libertad y respeto.

La también secretaria de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad apuntó que la actual legislatura es histórica por la participación femenina que conlleva el compromiso a seguir esforzándose para que prevalezca la igualdad en la participación y toma de decisiones.

Resaltó que esta obra, a través de once capítulos, reseña diversas actividades que han realizado las mujeres en diferentes épocas de México en la vida pública. Ofrece importantes reflexiones como las de Patricia Galena en torno a la participación femenina por sus derechos políticos.

Fernando Pérez Correa, coordinador del libro, autor de la introducción “La mujer, protagonista de la vida política en las historias de España y México”, y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, aseveró que la situación contemporánea de las mujeres en el país no es satisfactoria, porque hay una diferencia brutal en el comportamiento social y en la capacidad de controlar los recursos de la familia.

El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores, sostuvo que es un hecho incuestionable la desigualdad entre hombres y mujeres. Consideró que “tampoco hay condiciones para revertir la tendencia en el corto plazo” a menos que se reconozca la participación decisiva y el potencial irrenunciable y fundamental que tiene la aportación femenina en el futuro de México.

Lamentó la falta de acceso femenino en áreas donde se toman las decisiones. Por ello, destacó el interés de la UNAM por analizar e investigar a través de este libro, la problemática de las mexicanas, con el propósito de que la igualdad de género sea una realidad, cuya tarea no es sólo de una institución o sector sino de toda la sociedad.

En el país los hombres trabajan muy duro al igual que las mujeres, pero ellas, además tienen que atender la casa, hacer la comida y ayudarle a los hijos hasta con las tareas, en una lacerante desigualdad en la repartición de las responsabilidades domésticas que sólo recae en esta población. La igualdad es tan remota como lo estuvo la Conquista de México, consideró.

Gloria Luz Alejandre Ramírez, coordinador de la obra y autora del capítulo “Administración pública y estudios de género: retos de un constructor interdisciplinario”, afirmó que prevalece un desprecio del trabajo de las mujeres en el espacio público, por eso la igualdad de género tiene el objetivo de revertir el patrón cultural, donde los roles femenino y masculino están interiorizados como parte de la cultura machista y un sistema patriarcal que lo sostiene y fomenta profundas desigualdades.

La también profesora de la FCPyS de la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Investigadores comentó que en esta perspectiva, donde los varones son los fuertes y las mujeres se someten, requiere modificarse con leyes y políticas públicas que reviertan estos patrones culturales.

El problema es que esos esquemas están arraigados y se necesita “reeducar a la sociedad mexicana” para adquirir condiciones de igualdad y saber en qué momento surgen las diversas formas de violencia que ejecutan los hombres.

Se requiere enseñar a niñas y niños la igualdad entre ellos, con la intención de cambiar el paradigma de que sean las mujeres las que se ocupen de las labores domésticas sin remuneración, por el hecho de haber nacido mujeres, además de una doble jornada en un empleo en el ámbito público.

Eduardo Torres Alonso, autor del capítulo “Panorama, obstáculos y oportunidades de las mujeres en la administración pública”, apuntó la posición inequitativa de la mujer en los cargos públicos, porque no se le reconoce su incuestionable aportación a la economía y sociedad, alentando discriminación educativa, desvalorización de capacidades, ausencia en la promoción laboral y falta de participación en las decisiones.

Consideró que con la apertura democrática debe visibilizarse dicha situación, a fin de que esta población goce de una ciudadanía completa, mediante una reforma del contrato social para equilibrar las actividades de hombres y mujeres.

Propuso repensar la política para atender la igualdad de género, donde los varones también se beneficiarán, pese a las condiciones adversas que han enfrentado las mujeres, se han obtenido espacios públicos, generando un debate profundo de los temas colectivos.

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