Le ponen pregunta a modo

En respuesta a una severa crítica disfrazada de pregunta a modo planteada por la reportera del periódico Contrarréplica, el presidente Andrés Manuel López Obrador se fue a la yugular de quienes apoyan a la analista María Amparo Casar, a quienes señaló que hasta hace poco no tenían mucho y ahora viven en mansiones.     

Así fue la “pregunta” de la reportera en la mañanera del jueves pasado: “presidente, usted decía que se ha ahorrado por este combate a la corrupción varios billones de pesos.

“Y justo es el momento de revisar cómo antes, a pesar de que privatizaban todo, lo vendieron todo, hasta las reservas de petróleo, el pueblo no veía nada, y ahora el pueblo tiene estas, digamos, estos apoyos sociales, este reparto de la riqueza que se genera en México por la vía de las pensiones de adulto mayor, de las becas del Bienestar, por la vía de las becas a personas con discapacidad y todos los programas sociales, Sembrando Vida, etcétera.

“Entonces, preguntarle, presidente, si no ve que en realidad, más que la hipocresía o el cinismo, ya una cosa del pensamiento de estos oligarcas, que ellos sí condonación de impuestos, ellos sí empresas públicas que se privatizan, ellos sí absolutamente toda la riqueza y que las demás personas, que el pueblo, pues se muera de hambre”.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí, son varios factores. Sin duda lo que los mueve es el dinero. Muchos de estos abajo-firmantes hasta hace relativamente poco no tenían muchos bienes y ahora viven en mansiones.

Y no puede un maestro de posgrado, incluso un emérito, llegar a tener mansión y vivir colmados de atenciones, de privilegios, porque aun siendo escritores —y hay algunos que son buenos, no grandes escritores, buenos escritores, son cosas distintas—, ¿cuánto se obtiene por derechos de autor? Sus libros mejores, ¿cuántos ejemplares vendidos? Muy pocos.

Los ingresos están vinculados al servicio que prestan al régimen de corrupción, ese es el mayor ingreso. Y se llevan, arrastran a otros que empiezan a tener una plaza en el Colegio de México y luego escriben en el Reforma, y luego pueden tener una asesoría en el gobierno y ya reúnen 150, 200 mil pesos mensuales o se van de consejeros al INE, o se van de consejeros al instituto de la transparencia; tienen hasta su tarjeta American Express, sí, para ir a un espectáculo, a disfrutar en un bar a costillas del erario. Entonces, ahí van, ahí van.

Ninguno de ellos escribe, de los abajofirmantes, o hace trabajo para el pueblo raso, ninguno, es otro mundo, están completamente divorciados del pueblo, pero resulta que es el pueblo el que les paga, que es el pueblo el que los mantiene. Y en vez de defender al pueblo, defienden a los verdugos del pueblo.

09/05/2024