“Preludio de hechos sangrientos”

Sin lugar a duda, el actual periodo electoral se va a convertir en el más violento del que se tenga historia en nuestro país, expresó contundente la senadora ex perredista y ahora militante de MoReNa, Dolores Padierna Luna.

Aclaró que no se refiere sólo a esa violencia verbal, sino a las imágenes o en actos de campaña que se difunden desde las distintas campañas electorales de los partidos políticos y las coaliciones que en nada abonan a la discusión pública de las ideas o de las propuestas de gobierno.

“Esta violencia política que genera odio, encono y enfrentamientos es tan sólo el preludio para otros actos mucho más violentos que van dirigidos directamente a atentar contra la integridad y la vida de las y los candidatos que participan en el actual proceso electoral”, presagió la legisladora.

Y añadió: “Hemos podido presenciar tristemente como en actos de campaña de distintos candidatos y candidatas, grupos organizados son convocados para agredir, amedrentar y amenazar a quienes no simpatizan con ellos y con sus propias preferencias políticas, derivando estas acciones en un escalamiento de la violencia política en el marco de las presentes campañas electorales”.

Padierna Luna dijo que sólo en las últimas dos semanas fueron asesinados en hechos distintos el alcalde en funciones de Tlalnepantla, Puebla, José Efraín García; así como los candidatos a alcaldes Martín Gómez y Aarón Varela también en Puebla; Juan Carlos Andrade, presidente municipal con licencia de Jilotlán de los Dolores, Jalisco, y también candidato a reelegirse en el cargo; la candidata a diputada local Maribel Barajas, en Michoacán; y “desde luego, el asesinato de nuestro compañero de MoReNa, Adiel Zermann Miguel, candidato a la alcaldía de Amatenango del Aire en el Estado de México, ocurrido apenas este fin de semana”.

Insistió en que la violencia electoral que ha privado de la vida varias decenas de líderes políticos, candidatas y candidatos, así como a funcionarios públicos en los meses recientes, ha llamado incluso la atención de la Organización de Estados Americanos que, en voz de su Secretario General, Luis Almagro, apenas hace un mes declaró en Madrid lo siguiente: “Nos preocupan varios elementos en la elección mexicana, el primero es el asesinato de candidatos y líderes políticos en el país, va en promedio un asesinato de una candidata o candidato cada 4 o 5 días, eso es un margen de violencia absolutamente inaceptable en un proceso electoral, eso nos preocupa sobremanera”.

Por ello la senadora Padierna Luna afirmó que los asesinatos de candidatas y candidatos, así como de funcionarios públicos que ocupan un cargo de elección popular, es la peor muestra del nivel de degradación y de la crisis por la que atraviesa el país en materia de seguridad y procuración de justicia. “Es la peor muestra también de que la fallida estrategia de seguridad que se ha mantenido en los últimos 18 años es insostenible, pues sólo ha generado más muertes, más desapariciones y más violencia”, puntualizó.

Hizo hincapié en que el año 2017 fue clasificado como el año más violento en la historia reciente de México, pues desde la Revolución mexicana de principios del siglo XX no se había registrado el número de personas asesinadas que se registró el año pasado, mientras que en las recientes comparaciones de los dos últimos sexenios, el que está por terminar se ubica como el más violento y sangriento, rebasando incluso la catástrofe humanitaria que dejó el sexenio de Felipe Calderón.

“La violencia política en las campañas electorales debe ser entendida como una clara muestra de que el rumbo de este país no puede ser el mismo que se ha trazado en las últimas décadas, la violencia que impide que las y los ciudadanos ejerzan su derecho a votar y ser votados es el principal problema que debemos de atender, no sólo en el discurso político, sino en los hechos con propuestas claras y viables, pues de seguir por esa senda, quienes serán electos el próximo primero de julio no serán los que hayan presentado sus mejores propuestas, sino los que milagrosamente o azarosamente se han salvado de morir en el intento por ocupar un cargo público”, concluyó.