*Estudiantes merecen un regreso a clases seguro
Presentamos ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un Punto de Acuerdo para solicitar que la Secretaría de Educación emita los lineamientos para garantizar un retorno a clases presenciales de manera segura e implemente un programa emergente de adecuación de la infraestructura escolar con el fin de prevenir cualquier contagio de Covid-19.
La pandemia puso en jaque a nuestro sistema educativo, por lo que esta situación exige políticas educativas que deben ser implementadas lo antes posible, entre ellas, priorización de medidas de prevención de contagios, consideración de escenarios futuros imprevistos, así como la ampliación presupuestal para hacer frente a los retos que se avecinan.
De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, casi una tercera parte de los planteles educativos de educación básica carecen de infraestructura para el lavado de manos, por lo que se necesitarían alrededor mil 200 millones de pesos adicionales sólo para dotar de bebederos a 62 mil 629 escuelas que lo requieren, a la que se sumarían requerimientos presupuestales para suministros y materiales como cubrebocas, caretas, jabón o gel desinfectante.
Las y los estudiantes mexicanos merecen una política educativa que permita el retorno a clases presenciales en un ambiente seguro, con medidas de prevención de contagios y con presupuesto suficiente para hacer frente a los retos.
La pandemia ha sido especialmente dura para las familias que viven en la pobreza. Muchos estudiantes no han podido gozar de su derecho a la educación porque en casa no tiene computadora o conexión a Internet, algunos, ni siquiera acceso a luz eléctrica o un televisor; por ello y ante el descenso de contagios y el avance en el proceso de vacunación, es necesario que el Gobierno Federal genere condiciones seguras para el regreso inminente a las aulas.
La propuesta presentada recoge las recomendaciones presentadas por la UNESCO para un regreso seguro a clases presenciales, entre los que destacan garantizar equipo de protección para el personal como cubrebocas y caretas, que las escuelas cuenten con lavamanos suficientes y agua potable en los baños; así como garantizar la limpieza y desinfección adecuada en todos los planteles educativos.