Si las señales que captan nuestros sabuesos informativos van en dirección correcta, el candidato presidencial electo, Andrés Manuel López Obrador, anda que trina por un comentario que se le hizo llegar de manera anónima, en el sentido de que si se empeña en declarar la banca rota del país, puede traer consecuencias graves… Esto, porque en caso de que la argumentación se documente en tribunales financieros y sus derivaciones de riesgo país e inversionistas, el retiro de capitales sería en cascada, con la natural exigencia de indemnizaciones correspondientes… Otra consecuencia sería que los grandes capitales internacionales que operan en México desde hace décadas estarán en su derecho de exigir al tabasqueño, una vez que tome posesión oficiosamente, un informe detallado sobre las finanzas nacionales y la autenticidad del Producto Interno Bruto para establecer el estado real de la nación… Así las cosas, alguien le tiene que decir a López Obrador que México no es un chiste ni caja de resonancias sin ton ni son… ¿Estamos?...  

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