En días pasados el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una declaración que podría arrastrar graves, pero muy graves consecuencias si algún sector del pueblo sabio y mucha pieza, decida llevar a tribunales la confesión y ser llamado como testigo de calidad…
Cuestión de reflexionar las siguientes palabras:
“El mercado de las medicinas ates era un jugoso negocio que se hacía al amparo del poder público y también a costa del sufrimiento de la gente, porque no sólo cobraban mucho por los medicamentos que se distribuían, unas cuantas empresas tenían acaparado todo lo relacionado con el abasto de medicamentos, 10 empresas distribuidoras, ni siquiera farmacéuticas, vendían 70 mil millones de pesos; y de esas 10, tres, pues como el 40 por ciento de todo los medicamentos los distribuían a precios, repito, elevadísimos y con el apoyo de políticos corruptos…
“No sólo se compraban caros los medicamentos, sino de mala calidad, a veces adulterados, había gente que perdía la vida por recibir medicamentos echados a perder”…
Y qué espera para actuar señor presidente, por sus palabras contienen denuncia de delitos de lesa humanidad.
Está a tiempo…