En algún desayunadero político llamó la atención el encabezado a ocho columnas del periódico unomasuno del jueves antepasado, que decía lo siguiente: “Fonden, caja chica de corruptos: Andrés Manuel López Obrador”…
Y efectivamente, la denuncia pública la hizo el inquilino de Palacio Nacional un día antes durante su mañanera y se suma a otra de tantas frases con que un día, y otro también, etiqueta a sus adversarios políticos que gobernaron al país en los últimos 36 años… Quienes se ocupan de analizar las cotidianas declaraciones del presidente, aterrizan un comentario coincidente: No hay día que mencione la palabra corrupción, pero a nadie ha llamado a cuentas y los casos que han surgido, como el de Emilio Lozoya Austin, ni siquiera pisó la cárcel… Es más, los comentarios en los desayunaderos políticos reflexionan que don Andrés está metiendo tanto la idea en la cabeza del pueblo que ya logró limpiar a México de corruptos, que se está arriesgando a que cuando menos se lo espere, ese pueblo le reclamará por qué no ha metido a nadie a la cárcel si ya tiene identificados a quienes se estaban robando el dinero del erario público… Y entre esos comentarios afloran anécdotas del reciente pasado de los periódicos que hoy se dicen de la misma línea de honestidad que pregona López Obrador… Lo que ahí se dice es verdaderamente sorprendente… Pronto revelaremos más…