Si la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como el líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal Ávila, y el presidente de la Cámara de Diputados, el también morenista Porfirio Muñoz Ledo, ya se pronunciaron en contra de que se amplíe a cinco años el gobierno de Baja California, la pregunta es por qué esa necedad del mandatario electo, también de Morena, Jaime Bonilla…
¿Será que efectivamente es cierta esa versión que captan nuestros sabuesos informativos, en el sentido de que el alevoso próximo gobernador, electo solo para dos años, dice que se sostendrá hasta que su amigo cercano, el presidente Andrés Manuel López Obrador, no le pida desistir de la intentona?... Si es así, pues téngase por seguro que el tabasqueño no le pedirá personalmente que se abstenga de decretar su mandato hasta cinco años y si logra encaramarse en esa inconstitucionalidad, será un gobernador que apeste entre los 31 gobernadores restantes que integran la nación… Además, téngase por seguro que Jaime Bonilla será una piedra en el zapato de López Obrador, quien recibirá severos reproches de sus adversarios políticos y no políticos en cuanta oportunidad se presente relacionados con temas de constitucionalidad… Así las cosas, podemos dar por hecho que el gobernador electo de Baja California permanecerá en el cargo para el tiempo que fue electo y no por cinco años… Se cruzan apuestas…