Con el anuncio de que el próximo año las dependencias del gobierno federal no adquirirá flotillas de vehículos nuevos, como era tradición, para entregar a los empleados de la alta burocracia nacional, la industria automotriz radicada en México avizora negro panorama económico…
“Efectivamente, las ventas de automotores al gobierno son considerables y permite no solo mantener la producción de unidades, sino de mantener los empleos y en muchos casos aumentar la planta laboral”, comentó un ejecutivo de ventas de este sector que entrevistó uno de nuestros sabuesos informativos… Así las cosas, el panorama con el riguroso programa de austeridad con que pretende gobernar el presidente electo Andrés Manuel López Obrador traerá consecuencias dramáticas, porque si bien es cierto que la intención es buena para acabar con el brutal derroche del que hacían gala los funcionarios de nivel medio y alto, lo drástico del proceso de saneamiento administrativo traerá inevitable desempleo en algunos sectores de la producción nacional… Vaya pues…