El viernes pasado ocurrió el brutal atentado contra el jefe de la policía de la Ciudad de México y lejos de que sacudiera conciencias y que el responsable de la nación convocara a la unidad nacional para frenar, de una vez por todas, al flagelo que está contaminando a las nuevas generaciones frustradas por sus políticos, aparecieron sicarios supuestamente ideológicos para atizar, sin darse cuenta, o cumpliendo una misión, el bracero que consume a la 4-T…
Cuestión de reflexionar lo que salió a decir ese mismo día el norteamericano, nacionalizado mexicano, John Ackerman Rose, nacido en Filadelfia, Pensilvania, esposo de la actual secretaria de la Función Pública de la 4-T, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, para agitar las aguas en Twitter y soplar veneno que infla la nave que se agiganta en contra de lo que su ídolo Andrés Manuel López Obrador se empeña en promocionar como un cambio… Resulta que el norteamericano comparó a los sicarios que participaron en el atentado en contra de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, con los periodistas… Pero además, compartió la grabación en donde se ve cómo se organizaron los criminales y escribió: “Este video demuestra que el ataque contra de Omar García Harfuch fue una acción coordinada del crimen organizado en contra del gobierno de Claudia Sheinbaum y la 4T”… Y luego continuó con la polémica oración: “Los sicarios del narco son la contracara del sicariato mediático. Buscan desestabilizar a toda costa”… Vaya usted a creer, ingenuo lector, por ello en el ámbito internacional ya se tejen historias de que México está tomando el rumbo de Venezuela … De esto hay mucho que contar…