El pasado 3 de mayo fue día de la libertad de expresión y fue justo ese día que el presidente Andrés Manuel López Obrador, mandó a su secretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval, y al secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que aplicará un nuevo recorte al presupuesto inicial destinado a la publicidad del gobierno…
Esto quiere decir que reducirá en 30 por ciento el gasto en comunicación social, monitoreo de información y difusión de mensajes sobre programas sociales… Y también esto quiere decir que fue un balde de agua fría que dejó caer sobre todos los medios de difusión escritos, televisivos, radiofónicos y de internet que ya habían suspendido el despido de personal porque inicialmente López Obrador había dado a conocer que sí habría una importante partida de dinero para esos fines… Pero ahora las cosas vuelven al mismo nerviosismo que embargó a los empresarios y periodistas cuando López Obrador arribó al poder, porque, con el recorte anunciado justo el día de la libertad de expresión, este sector no tendrá la mínima oportunidad de seguir pagando salario a reporteros y columnistas que logró conservar y cada vez más periódicos entrarán a la misma ruta de desaparición que los ensombreció a la llegada de cuarta transformación… Las cosas, pues, están más que críticas en el sector periodístico mexicano… ¿Qué pasará?... Pronto se sabrá…