El pasado 24 de noviembre, durante la mañanera, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se lanzó fuerte contra el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, antes crítico severo y ahora supuesto adorador del presidente Andrés Manuel López Obrador…
Esto vino a cuento porque se abordaba el tema de los feminicidios y una reportera preguntó al inquilino de Palacio Nacional qué han encontrado en las entidades federativas y mencionó como ejemplo, lo que dijo hace algunos meses el gobernador de Puebla, quien sostiene que las mujeres no desaparecen, sino que se van con el novio… López Obrador evadió responder y pidió a doña Olga que pasara al micrófono para que fijara posición y lo hizo con creces, duro y tupido contra el mandatario poblano: “Pues ahí prevalece la cultura patriarcal y la recriminación a la mujer, desde luego desde una posición de gobierno”… Pero tuvo más para regañar al mandatario poblano, al mandarle decir desde Palacio Nacional lo siguiente: “Yo estoy totalmente en contra de que se recriminalice a las mujeres y menos por algún tipo de funcionario. Efectivamente, creo que este tipo de manifestaciones y de expresiones a nada pueden abonar para ir caminando en un cambio de mentalidad y en un cambio también de actitud y reeducación, no solamente de todos los integrantes de una familia, de los jóvenes, sino también inclusive de los propios funcionarios, que vayan cambiando su mentalidad en razón de tener una perspectiva de género en todas sus expresiones y no la revictimización de una mujer. Eso de que se fue con el novio y ese tipo de situaciones no hay que permitirlas”… ¿Entendido, misóginos morenistas enquistados en el poder del momento?...