Todo parece indicar que el presidente Andrés Manuel López Obrador terminará este año como uno de los más fatídicos de la historia en tiempos pacíficos, no solo por las muertes que está provocando la pandemia, sino por las consecuencias sociales que arrastra el fenómeno y otros escenarios que harán imposible la transformación que tanto promueve en sus mañaneras…
Y si a esto se suma la tunda informativa que le están aplicando los periódicos El Universal y Reforma, a quienes inocentemente les declaró la guerra casi desde el inicio de su sexenio, las cosas para el año entrante, 2021, no le pintan como quisiera don Andrés para intentar reencausar su soñada transformación… Pero hay más que el pueblo sabio, de todos los estratos sociales, observa y sufre con profunda reflexión y resentimiento que paulatinamente asimila con mejor cordura… Los pensantes ven como se comienzan a desmoronar sus equipos más cercanos que encabezan el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza, y el director jurídico Julio Scherer Ibarra… Y los de abajo, como los llama el inquilino de Palacio Nacional, sufren la pobreza documentada por el Coneval en su más reciente informe, situación que está llevando a muchas familias a padecer de extrema pobreza… De todo esto hay mucho que contar, porque el otro sector, el empresarial, no está dispuesto a seguir soportando las valentonadas de López Obrador y agilizan la salida de capitales en busca de mejores horizontes… Están a tiempo, señores de la mal llamada 4-T…