El pasado 24 de septiembre María Elena Álvarez-Buylla, integrante del equipo de transición del presidente electo 2018-2024, envió un oficio al director general del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, en el que textualmente dice…
“Me permito solicitarle que suspenda toda convocatoria abierta dentro del Conacyt que pueda afectar y comprometer recursos presupuestales para ejercicios 2019 y subsecuentes, y que haya sido emitida después del 31 de julio. Dentro de los detectados se encuentran las siguientes convocatorias 2018-01 Sagarpa-Conacyt, programa de apoyos para actividades científicas, tecnológica y de innovación, de estímulos a la innovación, desarrollo tecnológico e innovación, Fomix, Fordecyt 2018-6 a 2018-12, de fondos Cibiogem y demás convocatorias abiertas en Conacyt… Además, deberá suspender contratos con el Fondo de Cultura Económica, de arrendamiento de espacio para la FIL, de cátedras Conacyt aún no firmados y demás contratos que comprometan recursos… La orden está girada y la advertencia implícita a Cabrero Mendoza, director del Conacyt, si no cumple con lo que se le está pidiendo, pues son más de mil millones de pesos los que ha manejado este organismo desde que hizo ley que todas las multas a los partidos políticos se le entregaran para el desarrollo de la ciencia y tecnología y en la actualidad tiene en custodia casi 500 millones de pesos…