A poco más de un mes de que tome formalmente las riendas de México, Andrés Manuel López Obrador está generando expectativas peligrosas entre cada vez más políticos, intelectuales y empresarios, incluso entre algunos de los grupos que tradicionalmente lo han apoyado…
Aunque esto comenzó hace dos semanas con todo lo relacionado a la industria energética del país, se complicó con la consulta de marras sobre el nuevo aeropuerto, pero este fin de semana la inconformidad en esos sectores se agudizó con el asunto de la impresionante marcha de hondureños hacia la frontera de Guatemala con México… Inicialmente se anunció que serían poco más de mil las personas que integraban el contingente para intentar llegar a Estados Unidos, pero luego se dijo que serían aproximadamente tres mil, lo que constituiría el fenómeno migratorio masivo nunca antes visto en esta parte del continente… El asunto preocupó a los gobiernos de México y Estados Unidos, pero los ánimos en esos niveles se alteraron al escuchar decir a López Obrador públicamente lo siguiente desde Chiapas: “Ofrecí visas de trabajo, ¿por qué ofrezco eso a los centroamericanos?, porque va a haber trabajo para los mexicanos y trabajo para los centroamericanos en nuestra patria”… Bueno, pues esto bastó para que ciudadanos de El Salvador y Nicaragua se sumaran al contingente de hondureños y el último informe de la todavía existente inteligencia nacional de México, próxima a desaparecer al tomar posesión López Obrador, entregó un informe al presidente Enrique Peña Nieto que asegura asciende ya a siete mil el número de personas centroamericanas que está cruzando a territorio mexicano con miras a lograr el “sueño americano” en Estados Unidos… Así las cosas, el panorama social para México se ensombrece… ¿O no?... Que quede para la reflexión…