Si las versiones que llegan a nuestros sabuesos informativos de allende la frontera norte de México van en dirección correcta, no tardan en reflejarse en el estado de ánimo que prevalecerá en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador…
Se preguntará usted, grilloso lector, por qué y le respondemos que entre cada vez más sectores de mayor peso económico, político y social del vecino país se comenta con insistencia que su actual presidente, Donald Trump, no debe ser reelegido para un segundo periodo en la silla del poder… ¿Y qué quiere decir esto para el gobierno del presidente mexicano?... Pues que casi desde su ascensión al poder apostó todo al fortalecimiento de Trump para que los Estados Unidos lo tratara como amigo, como hermano y lo ayudara a que no le pusieran trabas comerciales y todo lo que esto conlleva para una relación bilateral fraternal… Solo que la estrategia de López Obrador no reparó en lo que mandan los cánones de política internacional cuando se presentan escenarios políticos internos como los que prevalecen en Estados Unidos y apostó sin recato por el candidato republicano y se enemistó con los demócratas, cuyo candidato presidencial en este momento parece tener ventaja inalcanzable… De ser así, don Andrés tendrá en Estados Unidos un rival que nunca podrá vencer en las elecciones internas del 2024… Y si no, al tiempo…