Muy comentada ha sido en los mundillos político y periodístico esa pomposa presentación que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador el martes pasado en Palacio Nacional, para destacar su relación con el grupo Televisa que comanda Emilio Azcárraga Jean…
El objetivo del mandatario fue presumir la decisión de este todavía poderoso empresario, para colaborar con la estrategia del gobierno de la mal llamada 4-T en esta lucha contra el devastador coronavirus… La colaboración de Televisa fue poner a disposición del gobierno federal toda la estructura hospitalaria de los Teletón, lo que fue notoria y satisfactoriamente aceptada pública, abierta y pomposamente por el inquilino de Palacio Nacional… Esto fue motivo para que políticos y periodistas comentaran en algunos espacios de la red que lejos, pero muy lejos quedaron aquellos tiempos en que el propio López Obrador organizó tremendos escándalos públicos para acusar a Televisa de estar lucrado fiscalmente con la Fundación Teletón… Pero independientemente de todo, que Televisa haya decidido poner a disposición su infraestructura para ayudar a combatir esta pandemia, es, por donde quiera que les vea, muy, pero muy positivo, lo criticable aquí, y que a muchos enoja, es que López Obrador se empeñe en seguir desgañitándose con eso de que no son iguales, que no son lo mismo y que son puros y rectos por no aceptar nada que huela a corrupción y otras cosas que no son bienvenidas en la 4-T… Solo ya no lo diga y todo está bien para México, señor presidente, entienda que está a tiempo por el bien de todos… ¿O no?...